Como sucede con muchas disciplinas deportivas a estas alturas de año, el curso de gimnasia rítmica en Toro llegó a su fin con una bonita exhibición para demostrar y enseñar a los padres y familiares los conocimientos adquiridos durante estos meses por los participantes.

Después de dos años sin actividad debido a la pandemia del COVID-19, la monitora Sara de Anta contó con un total de 30 niñas, un número que se vio reducido respecto a otros años por los últimos coletazos de la crisis sanitaria.

Las pequeñas deleitaron al público presente con los diferentes aparatos demostrando sus habilidades con ejercicios variados.

Una exhibición pone el punto y final al curso de gimnasia rítmica en Toro