El día después de perder el derbi madrileño Kylian Mbappé revolucionó la ciudad. El delantero del París Saint-Germain se presentó en Madrid con su compañero, Achraf Hakimim, y con Nabil, hermano del exmadridista, para comer en un conocido restaurante. Algo que coincidió, además, con la visita a la ciudad del presidente del club parisino, Nasser Al-Khelaifi.

La visita coincide con la negociación entre el Real Madrid y el delantero para cerrar el fichaje del internacional francés. Hace meses que hay un acuerdo entre ambos, pero había un fleco que no se había cerrado: los derechos de imagen del futbolista. Mbappé y el club de Concha Espina hace meses que apalabraron la llegada al Bernabéu la próxima temporada. Sin embargo, en las últimas semanas se ha alimentado la posibilidad de que Kylian renovase por el club parisino, con el que termina contrato el próximo 30 de junio.

 

La realidad es que el jugador y el Madrid llevan meses en contacto y las dos partes cerraron un preacuerdo en el que se habría incluido una cláusula de penalización en caso de que el jugador o el club lo rompiese unilateralmente. Un asunto menor, teniendo en cuenta que detrás del PSG está Qatar y el pago de esa penalización no es un problema para el club parisino. La visita del delantero ha disparado los rumores sobre su fichaje. Y lo cierto es que el Real Madrid y el futbolista han llegado un acuerdo, en las últimas semanas, sobre el último escollo que había, esos derechos de imagen.

Derechos de imagen

El club blanco siempre ha gestionado los derechos de imagen de los futbolistas de su plantilla, con una primera excepción que fue la de David Beckham. Mbappé dejó claro desde el primer momento que su intención era seguir gestionando sus derechos de imagen. A lo que los dirigentes blancos advirtieron que había que negociarlo, tratando de quedarse con el 50% de los mismos. Pero Mbappé apostó fuerte por quedarse con el 100%, advirtiendo además que es lo que le ofrece el PSG en su renovación. Pero el Madrid se ha mantenido firme, advirtiendo que la proyección internacional del futbolista, lo que aumentará su cuenta de ingresos publicitarios, no es la misma en el Madrid que en el PSG.

 

A Mbappé le representa la abogada Delphine Verheyden, quien ha asesorado a deportistas franceses de élite como el judoca Teddy Riner o el jugador de rugby Sebastián Chabal. Verheyden ha advertido al futbolista, que siempre ha comentado que su propósito en su carrera “es dejar un legado en el fútbol”, que el Real Madrid es la mejor plataforma para disparar su trascendencia futbolística. En la familia del jugador hay posturas enfrentadas. A su padre Wilfried siempre le han atraído las mareantes ofertas del PSG y quedarse en París, pero Fayza Lamari, su madre, piensa como su abogada y cree que la dimensión de Kylian se disparará en el Madrid.

 

Sin embargo, hay una circunstancia clave en el futuro del jugador. Fayza es la gestora de la empresa KEJWF (acrónimo formado por las siglas de la familia) y se encarga de la imagen y finanzas del jugador. Lamari, que está separada de su padre Wilfried, comparte la gestión de los asuntos del futbolista con Verheyden. Por más que desde Francia se hayan filtrado viajes de sus representantes a Qatar, o la presión del gobierno del Eliseo, con Macron al mando, para que se quede en la liga francesa, en el Bernabéu repiten confiados como un mantra la palabra de Florentino a los socios blancos sobre el inminente fichaje del delantero francés por el Real Madrid este verano: “Tran...qui...los”.