La Liga regular entra en su recta final. Quedan 18 puntos en juego y, aunque tres de ellos están asegurados frente al desaparecido Extremadura, se necesita mucho más para que el objetivo de la permanencia, que ahora mismo está a 8 puntos, pueda certificarse. La victoria del pasado Viernes Santo ante el Racing de Ferrol (1-3) dejó claro que el equipo es capaz de todo, pero también es una evidencia que este fin de semana la plantilla no puede fallar en lo que será una verdadera final ante el penúltimo clasificado. Los de Yago Iglesias reciben el sábado (19.00 horas) a un Tudelano que puede certificar su descenso matemático a Segunda RFEF al término de la jornada, mientras que los zamoranos están obligados a sumar de tres para mantenerse con oxígeno con la opción de escalar puestos si el filial del Valladolid pincha ante la Leonesa.

UN NUEVO ESFUERZO

Con este reto, una vez más, en el club del Duero piden la ayuda de su afición, siendo conscientes de que es una jornada especial por la festividad de Castilla y León y que la situación en la tabla tampoco invita. Aun así, confían en que los que vayan les ayuden en un “penúltimo” esfuerzo y es que siguiente duelo en casa será ya en el último partido de la temporada. Para ese día, ante el Promesas Valladolid, podría estar todo resuelto en cuanto a la permanencia.

Mientras y centrados en este sábado, los zamoranos están obligados a mejorar sus registros en casa y es que son el equipo con peores números en feudo propio con solo tres victorias en toda la temporada. Enfrente, los navarros llegan como el peor visitante con solo dos triunfos lejos de su casa, y tirarán sin duda de su máximo artillero, Nicolás Caballero, que suma 8 goles, y al que habrá que atar en corto.

Con estas premisas, en el Zamora CF preparan un duelo de necesidades en el que, esta vez sí, se prevén menos cambios en el once inicial que ponga el técnico gallego en juego, aunque todavía quedan sesiones de trabajo por delante.