El entrenador del Zamora Enamora, Saulo Hernández, valoró tras el partido la importancia de que el equipo haya conseguido un año más la permanencia en la exigente LEB Plata, “tras una liga en la que todos sabíamos que se habían dado cita grandes equipos en este grupo Oeste, algo que tiene un mérito especial en una provincia como Zamora en la que hay varios equipos de alto nivel y los recursos son muy escasos para todos”.

El entrenador zamorano valoró además muy positivamente el que el Zamora Enamora se haya mostrado ayer como “un equipo muy hecho en el que cada jugador sabe lo que tiene que hacer en cada momento y cuando lo saco a la cancha sé que me va a responder. Hoy hemos sido un equipo en el que las responsabilidades se reparten entre todos los jugadores y eso ha sido fruto del trabajo que hemos realizado hasta ahora”. El Zamora Enamora asegura la permanencia y jugará su sexta temporada consecutiva en LEB Plata siempre que no logre el ascenso por el que luchará casi con total seguridad. La permanencia es segura ya que le separan de Gijón, que es el primero que jugará la fase de los de abajo, cuatro victorias y al equipo asturiano solo le restan tres partidos por jugar.

En cuanto a jugar la fase de ascenso, son tres las victorias que tiene de margen cuando ya solo quedan esas mismas jornadas y los zamoranos tienen el basket average ganado a varios rivales en esta lucha.

En los partidos jugados ayer, el Círculo Gijón dependía de su victoria en Carbajosa para seguir optando al play off de ascenso pero los asturianos no pudieron pasar del 91-80. También se complica el mismo objetivo el Clavijo de Logroño que no pudo con Algeciras y cayó por 85-79. En la parte alta de la clasificación, Alega Cantabria defendió apuradamente su liderato derrotando a Marbella por 74-70 mientras Hereda Ourense, que estrenó entrenador, se mantiene a una victoria con la que logró en un igualadísimo encuentro con el Ponferrada que finalizó con 86-82.

En la lucha por el tercer puesto, se encuentran ahora igualados Burgos y Zornotza. El equipo vasco ganó en Melilla tras una gran primera parte en la que anotó 52 puntos, mientras los castellanos cayeron en su visita a un irregular Morón que esta vez se impuso por 75-66.