Quince días después de abrir con buen sabor de boca en el Ángel Nieto su camino hacia la permanencia, el BM Zamora Enamora retoma hoy (12.00 horas) el pulso a la División de Honor Plata con un atractivo envite en uno de los templos del balonmano español como es el Quijote Arena, casa de uno de los equipos más potentes que conociera la Liga Asobal hace unos años y feudo hoy de un Vestas BM Alarcos dispuesto a complicar la vida a los “Guerreros de Viriato”.
Seguramente, a principio de temporada muchos hubieran situado este envite dentro de la lucha por el ascenso a la élite nacional pero tanto manchegos como zamoranos han acabado, por diversas circunstancias, lejos de donde esas perspectivas les situaban. Y, ahora, meses después de verse las caras en la Copa del Rey, ambos vuelven a encontrarse con la misión de sumar los dos puntos para acercarse un poco más a la permanencia en la División de Honor Plata.
La clasificación no miente y, de cuantos envites tiene por delante la formación de Iván López, la que vivirá hoy en Ciudad Real es (a priori) una de las más complicadas. Tanto por el escenario, que siempre puede llegar a generar inquietud o presión, como por la calidad de un adversario que pocos se explican como acabó fuera de los mejores cinco conjuntos del Grupo B. Principalmente porque, durante las primeras jornadas, el Vestas BM Alarcos fue el rival a batir en dicha liga.
La escuadra tutelada por Jesús Manuel Herrero no se quedó muy lejos de su objetivo, de hecho acabó con los mismos puntos que el quinto clasificado y a tan solo uno de la tercera plaza que ocupó Horneo Alicante tras el gran favorito, Puerto Sagunto, y el siempre competitivo FC Barcelona B. Prueba de que, en una liga de nivel muy parejo, el Vestas BM Alarcos no estaba muy lejos del potencial mostrado por aquellos que sí buscarán la gloria del ascenso.
Con una plantilla bastante joven pero muy competitiva, la formación manchega pretende en esta segunda parte del calendario hacer “borrón y cuenta nueva” para certificar cuanto antes la salvación e iniciar un nuevo proyecto con la Liga Asobal como objetivo. Para ello, tratará de apelar a la calidad individual que atesora con hombres como Serrano, Palacios, el pivote Claudio Ramos (que llegó a entrenar en las filas del BM Zamora tiempo atrás, antes de su fichaje por el Atlético Valladolid) o Frank Cordies, máximo goleador de los de Ciudad Real en la primera parte del curso. Nombres cuyo talento ya sufrieron en sus carnes esta temporada los “Guerreros de Viriato”.
Y es que, a pesar de tomar caminos diferentes para llegar a este Grupo por el descenso, la Copa del Rey permitió gozar esta misma temporada de un precedente del choque que tendrá lugar hoy. Un envite celebrado con otro escenario, el Ángel Nieto, en el que los manchegos necesitaron de cinco minutos de prolongación para tumbar al BM Zamora Enamora, que alcanzó el final de los sesenta minutos con 30-30 en el marcador tras firmar una muy mala primera parte y un segundo tiempo con un tono completamente diferente.
Precisamente, a esos treinta minutos y a las buenas sensaciones ofrecidas ante BM Sant Quirze se agarra un BM Zamora Enamora convencido de poder hacer en esta segunda parte del campeonato un papel mucho mejor que el firmado en el Grupo A. Y razones no le faltan ya que, pese a los problemas con las lesiones, su juego ha ido ganando enteros desde aquella fecha copera del mes de octubre.
Además, el BM Zamora Enamora ha entrado en esta segunda fase recuperando varios de sus jugadores “tocados”, para lo que también ha venido muy bien el descanso del fin de semana anterior. Con más efectivos, los pistacho estarán en disposición de poder poner en práctica un juego más dinámico y veloz, apuesta que se le puede atragantar a un BM Vestas Alarcos con mucha envergadura y con una sólida defensa ante los ataques estáticos.
Sin duda, la batalla táctica será un elemento clave en esta lucha de grandes potenciales que se vivirá hoy en el Quijote Arena. Un duelo sin cuartel entre dos equipos llamados a más que, en esta segunda fase, no solo tienen que salvarse, sino demostrar que eran candidatos a todo pese a haber tropezado.
