El Zamora Enamora dio un primer paso hacia la salvación ganando a un Sant Quirze que le puso las cosas muy difíciles aunque tan sólo fue capaz de igualar el marcador en la mitad de la segunda parte. El equipo pistacho mejoró sensiblemente respecto a anteriores partidos y, liderado por un gran Nico Bono, ganó su primer partido de la segunda fase el día en que la cantera se reunió en el Angel Nieto para homenajear al presidente Quintana.

El Balonmano Zamora saltó a la cancha muy concentrado y dispuesto a comenzar con buen pie la segunda fase de la Liga, con un pabellón volcado con todas las categorías inferiores en las gradas y el extra de motivación que suponía el homenaje que se iba a rendir al expresidente José Antonio Quintana. Nico Bono regresaba tras superar sus problemas físicos y el central argentino no dudó en erigirse como el líder que el equipo había echado de menos en partidos anteriores.

La defensa zamorana era buena y los constantes robos de balón le permitía a los pistacho adquirir ligeras ventajas hasta el 8-5 que obligó al Sant Quirze a pedir un tiempo muerto. Era un partido duro y con muchas expulsiones que los zamoranos superaron sin demasiado daño en el marcador, Mendieta seguía seguro en la portería, y todos los jugadores aportaban en la medida de sus posibilidades. Y tan sólo el portero visitante Alejandro Estirado impidió que el Zamora Enamora se escapase en el marcador y se llegaba al descanso con un esperanzador 15-13.

Comenzó la segunda parte con un dato esperanzador como era que Mendieta paraba un penalti pero San Quirze conseguía igualar por primera vez el marcador, tal vez aprovechando que los zamoranos se habían enfriado con la parafernalia de actos que se desarrollaron durante el descanso que se prolongó muchísimo.

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El partido continuó muy igualado, y Nico tomaba la responsabilidad de los penaltis para poner el 18-17, pero ni Jortos ni Jaime González lograron marcar en sendos contraataques, solos ambos ante el portero. El 20-20 hablaba del equilibrio en que se estaba desarrollando la contienda. San Quirze había perdido el supuesto miedo escénico, pero el Zamora Enamora se sabía capaz de ganar el partido, como lo demostró Jortos con el 21-0 y Luis Horcajada con el 22 desde su habitual posición de extremo.

El entrenador visitante José María Guiteras tuvo que pedir tiempo muerto porque el Zamora Enamora había vuelto a coger confianza, la que siguió imprimiendo Mendieta con otra gran parada. Pero los catalanes son un equipo bien armado y que tiene muy claras las cosas y no cedían.

Nico Bono, sin embargo, mantuvo al equipo pistacho a dos goles cuando ya solo quedaban siete minutos de juego (23-21), pero Blanco volvía a acortar distancias.

El partido había que ganarlo desde la defensa y lo tuvieron claro los zamoranos que volvieron a robar para que Jaime marcara el 24-22 y otro esfuerzo defensivo obligaba al Sant Quirze a fallar un lanzamiento muy forzado. Apareció entonces por primera vez Magariño para marcar y forzar un nuevo tiempo muerto visitante con 25-22, y cuatro minutos por jugar.

El pivote Ricard Reig se había mostrado como el mejor jugador visitante y lo demostró acortando distancias. Entonces llegó un penalti muy protestado que Marc García no perdonó y el Sant Quirze se puso a un solo gol. Mendieta, con otra gran intervención, solucionó una falta en ataque recibida por el Zamora Enamora que entró en los dos últimos minutos con solo un gol de renta.

Iván López pidió entonces un tiempo muerto para organizar un ataque a falta de minuto y medio para el final pero Magariño falló un lanzamiento claro en caida. De nuevo fue Mendieta el que se encargó de arreglar los problemas y de mantener al Zamora Enamora por delante con medio minuto por delante (25-24). Los árbitros obligaron a salir de la cancha a Bono pero era cuestión de mantener la posesión y no hizo falta más porque Jaime González lanzó un latigazo que suponía el 26-24 final y un primer paso hacia la salvación.