María González es jugadora del Amigos del Duero (ahora sección femenina del Zamora CF) desde que prácticamente tiene uso de razón. Ella no ha sufrido directamente en su piel el machismo por ser futbolista, pero es consciente de que existe, y cree que todo hay que trabajarlo desde la raíz, los niños, sabiendo que todo pasa por la educación.

–¿Por qué eligió el fútbol?

– Por la familia. Mi hermano mayor jugaba, mi padre es árbitro, y a mi madre le gusta mucho el deporte en general y desde pequeñita lo he vivido. Practicaba varios deportes, pero en especial el fútbol.

–Lleva jugando desde los 6 años, tiene 23, ¿alguna vez le han hecho sentir que no era su sitio?

–No. Yo nunca he recibido, y creo que mis compañeras tampoco, un insulto. Pero sí es cierto que ves actitudes en los niños, y a las pequeñas también les pasa. Cuando un partido de niños contra niñas va 3-0 ellos creen que tienen la necesidad de meterles 20. Eso pasa en categorías pequeñas, la impotencia de los niños por no anotar más goles porque juegan contra niñas, pero nada más, nada fuera de lugar.

–Lo que sí habrá escuchado es que el fútbol es deporte de hombres.

–Sí, claro.

–¿Qué piensa cuando oye algo así?

–Que no tienen razón. Al final todos y todas podemos hacer cualquier cosa. Los chicos también bailan, hacen ballet, que puede parecer que es un deporte más femenino. Es verdad que no es lo mismo un partido masculino que femenino porque somos diferentes, cada persona tiene unas habilidades. Los hombres pueden tener más fuerza, y el fútbol femenino es más táctico, pero al final, como mujer, como persona, tienes derecho a hacer lo que tú quieras del modo que tú sabes.

–Lo que también existe en el fútbol, en el deporte, y en otras profesiones es la brecha salarial. ¿Qué opinión le merece?

–Hablando de fútbol, es evidente que el fútbol femenino no genera lo mismo que el masculino, pero eso no quiere decir que no merezcan o no tengan derecho a poder vivir de ello, y cobrar un sueldo digno y razonable porque se dedican a ello, entrenan mañana y tarde y es su trabajo. Tienen derecho a vivir de ello como cualquiera de nosotros lo hacemos del nuestro. No generan como los hombres, aunque en ese caso creo que generan de más porque hablamos de unas cifras…

–¿Cree que los medios de comunicación podemos tener algún tipo de responsabilidad?

–Se mezclan cosas. La sociedad va evolucionando y los medios deben ir a la par. Es cierto que la cobertura que tiene el fútbol femenino no es la misma que el masculino. No puedes ver casi partidos y sí deberían impulsarlo un poco. Es normal que no generes si no te dan la oportunidad de hacerlo.

–¿Ve a muchas entrenadoras?

–Creo que este año no nos hemos enfrentado a ninguna, y el año pasado me parece que tampoco. Me parece que, en Nacional, en el grupo donde estábamos la temporada pasada, hay dos.

–Es llamativo.

–Sí. Tampoco entiendo por qué, es raro.

–¿Cree que el Balón de Oro logrado por Alexia Putellas va ayudar al fútbol femenino español?

–Sí porque es visibilidad a nivel mundial.

–¿Qué le diría a las jóvenes o niñas que quieren jugar al fútbol?

–Que lo hagan por divertirse, igual que pueden hacer otra actividad extraescolar. Tienes que hacer lo que te gusta, con ganas de aprender, de disfrutar de las compañeras, como en cualquier otro deporte.

–Como maestra, ¿cree que radica en la educación que recibimos de pequeños?

–Yo creo que la educación no es solo de maestros, el factor de los padres es muy importante. Evidentemente los maestros tienen que educar en muchas cosas, pero al final, con quien más tiempo pasan, o deberían de pasar los niños, es con los padres, y son los que tienen como modelos. Deberían inculcar en los niños valores para poder crecer y respetar al resto.

–¿En categoría Regional se lleva bien la conciliación?

–Sí, al final nosotras estamos estudiando y somos muy jóvenes. Pero luego, sí es verdad que no vivo de esto, no cobro nada, sino que pagas las cuotas. Tú vas porque te gusta, sino no irías porque no sacas más beneficio que tu satisfacción por jugar. Pero claro, si estudias fueras, o te buscas otro equipo o no puedes jugar.

–Por último, ¿qué siente cuando escucha insultos contra las mujeres deportistas?

–Vergüenza. Vergüenza de ver cómo una persona no tiene respeto por nada. Creo que hay gente que no es consciente de las barbaridades que suelta por su boca, no lo piensan. Son comentarios muy lamentables que tienen que hacer daño, te hacen de menos.

–¿Queda mucho camino hacia la igualdad?

–Sí se está intentando avanzar, pero es complicado cambiar una sociedad y la mentalidad de millones de personas. Hay que empezar con los niños, y cambiar la mentalidad de los niños sin variar la de los padres, es complicado. Es un proceso largo, pero estamos yendo en la dirección correcta.