El partido no terminaba de romperse y el Real Madrid daba sensación de agotamiento. Carlo Ancelotti había ordenado calentar al banquillo por turnos, primero Rodrygo con Isco, luego Ceballos con Jovic, más tarde Lucas con Marcelo Hazard... Todos menos Bale. Hasta que llegó la triangulación entre Asensio, Benzema Vinicius que significó el 2-0 ante el Alavés. Entonces el técnico se giró e hizo un gesto a su hijo DavideRodrygo, Marcelo, Lucas y hasta Hazard entraron escalonadamente al campo. Pero no era la primera vez que el partido llegaba a los 80 minutos con el once titular blanco sobre el campo.

La "mano blanda" de Carletto

Carletto fue despedido del Real Madrid en su primera etapa acusado de que su “mano blanda” provocó que no se ganasen títulos en su última temporada. Este año, el de Reggiolo mantiene la cordialidad en el trato con el vestuario y gobierna con naturalidad al grupo. Por diferentes razones que van desde el talento o la competitividad a la falta de compromiso, Carlo apenas confía en 14 jugadores.

El italiano tiene su once: Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Mendy, Kroos, Casemiro, Modric, Asensio, Benzema Vinicius. Y a esos añade a Lucas Vázquez, Valverde y Rodrygo. Son los 14 de Ancelotti. Nacho, que podría ser el 15º, suma apenas 1.472 minutos en 26 partidos a la sombra de los centrales. Este sábado será titular ante el Rayo por la baja por una sobrecarga de Alaba, que no entró en la convocatoria, al igual que Bale, también con molestias.

Cuestión de confianza

No se trata de un problema de animadversión hacia las rotaciones. Es una cuestión de confianza. De falta de confianza, más concretamente. Ante de medirse con el Granada, entre sonrisa y sonrisa, el italiano sentenció: “Las rotaciones llegan cuando no tienes confianza en un jugador”. Más claro el agua. Carletto mantiene una excelente relación con jugadores como Marcelo o el propio Nacho. Incluso ha pedido perdón a Isco Ceballos. A otros, como a Camavinga, le ha perdido la fe. Y al tridente Hazard, Bale Jovic lo retratan los números: un gol por cabeza en este tridente bautizado como “el banquillo más caro del mundo”.

"Las rotaciones llegan cuando no tienes confianza en un jugador"

A Florentino le irrita enormemente ver al belga y al serbio suplentes porque necesita ponerlos en el mercado. El galés es un caso perdido. El problema es que esta tendencia, lejos de cambiar va a acrecentarse. Lo advertía el propio entrenador: “De aquí al final no tenemos ya tantos partidos. Sí algunos importantes, como el cruce de Champions, pero pese a estar dolidos por lo de Copa, estamos compitiendo bien”.

Al Madrid le restan 13 partidos de Liga, más lo que aguante en Champions, seis duelos como máximo. Si no remonta ante el PSG, los blancos van a tener muchas semanas con siete días por delante para preparar los encuentros. Y el técnico tendrá a sus 14 soldados descansados.

Habituado ya a recibir mensajes del club a través de las páginas y micrófonos de medios afines, donde se le achaca una mala gestión del grupo por la desmotivación de varios jugadores, Carletto se limita a responder con una enorme sonrisa: “Soy yo quien los ve todos los días”. Y así cada domingo, cuando llega el partido, como decía John Benjamin Toshack, acaban jugando “los mismos once cabrones de siempre”.