Hoy Rafa ya nada tiene que demostrar; por eso, gane o no gane, Rafael Nadal seguirá siendo un ejemplo para todos, pues su forma de ser y de actuar, en la cancha y fuera de ella, ya hace tiempo que nos cautivó.

Hoy el “Vamos Rafa” se dejará sentir y oír en millones y millones de hogares de todo el mundo porque Rafael Nadal, además de ser manacorense, o manacorí (ambos gentilicios son válidos) es español, europeo y ciudadano de adopción de todos los países por los que ha pasado raqueta en mano, porque por donde ha ido siempre ha sabido hacer amigos. A diferencia de Daniil Medvedev, que siempre parece enfadado (en eso Daniil tiene mucho que mejorar) y eso, en situaciones como la de hoy, puede que se deje notar.

Hoy, Nadal (35 años) tendrá enfrente a un tenista ruso, moscovita para ser más exacto, Medvedev (25) que es frio, corajudo y retador como pocos; de casi dos metros de estatura (198 cms.) y poco más de ochenta kilos de peso, que se mueve por la cancha con gran velocidad y soltura, y cuyos golpes, sin ser espectaculares, son súper seguros y certeros, lo que le hace ser, hoy por hoy, casi imbatible.

Desde que Medvedev alcanzó la madurez como tenista (los encuentros anteriores no pueden contar porque el ruso aún se estaba moldeando) los enfrentamientos entre Rafa y Daniil arrojan un parcial de 2/1 a favor del manacorí. Nadal venció en cinco set en la final del USA Open 2019 y en el enfrentamiento que ambos mantuvieron en la fase de grupos del Máster ATP Finals del mismo año. Pero, por el contrario, Medvedev salió victorioso la última vez que ambos se “midieron en la pista”, en las semifinales del Máster ATP Finals del 2020. Desde entonces no se han vuelto a enfrentar, si bien, hay que decirlo, Medvedev no ha dejado de crecer, tenísticamente hablando, y Nadal ha tenido que pasar un calvario de lesiones que ha estado a punto de hacerle “colgar” la raqueta.

Así pues, el partido que hoy veremos, a mi juicio, tiene un claro favorito, que no es otro que Medvedev, por cómo ha ido mejorando como jugador desde el último encuentro que mantuvo con Nadal; por el estado de forma que ha demostrado a lo largo de todo el torneo y porque, caso de que el enfrentamiento se fuese hasta el quinto set, los diez años de diferencia puede que sean determinantes.

No obstante, como hoy Rafa saldrá a la pista sin la presión con la que saldría si enfrente tuviera a Djokovic, yo apuesto por él, además de porque es “nuestro Rafa”, porque si sale “enchufado” y con precisión en sus golpeos puede desquiciar a Daniil, lo que sería muy bueno para él, y por último, porque estando Rafa en pista -ya lo ha demostrado muchas veces- todo es posible.

La suerte está echada, así que: ¡A jugaaaarrrrr!

¡Vamos Rafa!