En los dos meses que Yago Iglesias (Ribeira, 1982) lleva al frente del Zamora, el próximo rival del Deportivo ha pasado de estar a siete puntos de la zona de salvación a salir del pozo con dos de margen sobre el descenso. Su equipo está en racha, como el líder, así que para mañana en el Ruta de la Plata prevé un partido “muy competido, que nos va a exigir muchísimo”. “Nosotros también sacaremos nuestras armas para que los tres puntos se queden en Zamora”, avanza el técnico gallego, que ya derrotó al conjunto coruñés la pasada temporada con el Compostela, en una entrevista que publica hoy La Opinión de A Coruña.

¿Cómo se explica la reacción del Zamora en estas seis jornadas desde su llegada?

El fútbol al final son estados de ánimo y dinámicas, y para cambiarlos lo mejor era sumar puntos, ganar, pero para ganar, evidentemente, hay que hacer cosas. Llegamos con unas ideas de juego para un poco complementar lo que el equipo hasta la fecha tenía interiorizado, que yo considero que era mucho por su anterior entrenador [David Movilla]. Nos hemos aprovechado un poquito de ese trabajo anterior y le hemos dado nuestras pinceladas. A partir de ahí, lo que estamos viendo es una actitud muy buena en los jugadores desde el primer momento, cosa que no es fácil por llegar con unas ideas que no son tan continuistas con lo que anteriormente se hacía. Digamos que es un poco una evolución para que el equipo cada vez sea más competitivo. Eso hay que agradecérselo a los jugadores y, al final, el resultado de todo esto es por, para y gracias a ellos. Si los futbolistas no quieren, o no están convencidos, o no están contentos, no llegarían esas victorias. Creo que es un poco un cúmulo de todo.

¿Qué aspectos concretos han cambiado desde su llegada?

Creo que a día de hoy el Zamora es un equipo que juega o intenta jugar más en campo rival, hacerse fuerte a partir del balón y, sobre todo, que trata de ser equilibrado en la faceta defensiva. Esa es un poco la idea a grandes rasgos. Hay matices según los rivales y según los partidos, pero por ahí es un poco la línea.

¿Es inevitable matizar más cosas ante un adversario como el Dépor?

Es que el rival también juega… y vaya rival. Lo que tienes delante te va a condicionar lo que tú quieras o puedas hacer. Sacaremos adelante un plan de partido para hacerle frente de la mejor manera posible.

Usted ya le ganó con el Compos la pasada temporada, ¿le sirve para autoconvencerse de que ahora también es posible?

Lo único que hay de parecido es el nombre del Deportivo y mi nombre como entrenador. Este año estoy entrenando con otro equipo, no llego a dos meses aquí, con mucho menos tiempo para a lo mejor tener ideas más establecidas. No tiene nada que ver lo del año pasado con lo de este año, ni el momento. Los jugadores no son los mismos, ni la dinámica, ni la categoría.

Ha tenido que subirse en marcha, ¿cómo plasma su sello sin apenas tiempo y con la urgencia de resultados inmediatos?

El escenario ideal que todos los entrenadores queremos es empezar la temporada con un equipo y tener casi dos meses o mes y medio para poder trabajar e ir implementando nuestra idea, pero la decisión de venir a Zamora con la campaña iniciada es porque yo año tras año quiero ser mejor entrenador y para eso tienes que enfrentarte a distintos contextos y situaciones. Coger un equipo con la temporada iniciada y con la posición en la que estaba, para mí es un reto. Lo único que se puede hacer es dar naturalidad. Las cosas en el fútbol pueden ser muy complicadas o muy simples. Yo creo que hay que mantener un equilibrio entre lo uno y lo otro, y a partir de ahí ir poco a poco implementando las ideas. Estamos francamente contentos con la evolución del equipo en el poquito tiempo que llevamos. Creo que el Zamora cada fin de semana es mejor equipo, poco a poco vamos entendiendo más y mejor lo que desde el cuerpo técnico transmitimos. Estamos muy contentos y los resultados están acompañando.

¿Qué le parece el trabajo que está haciendo Borja Jiménez?

Solo tienes que ver la clasificación y ya te respondo a la pregunta. El Deportivo está haciendo las cosas bien desde el propio verano, desde su secretaría técnica, con Carlos Rosende al frente. Ha elegido muy bien la confección de plantilla y ha escogido muy bien la elección del entrenador. Ves la clasificación, ves los números, ves al equipo jugar y lo que transmite, y al final todo le da la razón. Yo desde fuera lo veo, evidentemente, como el mejor equipo de la categoría. No solo a nivel jugadores, sino en todos los sentidos.

¿Ganar exige estar al 100% y que el Dépor no tenga su mejor día?

Sí, exactamente. Esa es un poco la idea. Desde que llegamos en lo que estamos incidiendo mucho es en que el equipo tiene que estar al 100% en cada partido, incluso al 150%, para poder revertir la situación. Ese es el primer paso para poder competir en esta categoría tan igualada y competitiva. Tenemos que estar al 150%, como hemos estado en estos partidos desde nuestra llegada, y también te puede ayudar que el Dépor no tenga su mejor día.

Después de visitar Zamora, el Deportivo recibirá al Racing de Santander, ¿cree que mañana puede estar mirando de reojo hacia ese partido?

Si pones los nombres Racing de Santander y Zamora en la misma semana, llama más el del Racing de Santander por todo: por nombre, por jugadores, por entidad, por clasificación.. pero yo no creo que el Dépor se vaya a despistar por eso en este partido en mitad de semana, todo lo contrario. Es un gran club, tiene muy buenos jugadores, un cuerpo técnico muy profesional y una afición que allá donde va los siguen, los alientan y hacen que en todo momento estén al 200% concentrados en sacar todos los partidos adelante, y el miércoles no va a ser menos. Por eso espero un partido muy competido, que nos va a exigir muchísimo, pero nosotros también sacaremos armas para que los tres puntos se queden en Zamora.

¿Le sorprendió no tener inmediatamente un banquillo tras su decisión de cerrar su etapa en el Compostela?

Bueno, al final eso no depende de mí, que un club me elija o me deje de elegir no depende de mí. Los entrenadores tenemos que hacer nuestro trabajo, que es entrenar. Cuando estamos en activo, hacerlo lo mejor posible, y a partir de ahí son los clubes los que dentro de la ley de oferta y demanda deciden si un perfil de entrenador es mejor o peor. Es cierto que hubo llamadas, que hubo conversaciones con distintos equipos de distintas categorías. Al final no han ido adelante bien porque no cuajó por parte del club o bien porque otras [propuestas] tampoco a mí me acababan de convencer. Decidí en ese momento, después de 15 años seguidos entrenando, tomarme un tiempo para mí, para hacer un poco de valoración personal, seguir formándome, ver un poco los toros desde la barrera y llegar mejor preparado cuando me llegara el momento en el que apareciera algo que me gustase. Creo que la llamada del Zamora llegó en el momento oportuno.

El Dépor fue uno de esos clubes que contactaron con usted en verano, ¿estuvo realmente cerca de ser el entrenador del Deportivo?

No sé si estuve cerca o lejos. Para mí es un orgullo y un honor que mi nombre se adjunte o se derive al Real Club Deportivo. Como gallego y no solo como gallego, porque para cualquier entrenador a nivel nacional, que lo vinculen con el Dépor yo creo que es para estar muy contento y a mí en este caso me da más fuerza para seguir trabajando, para seguir año a año siendo mejor y, ¿por qué no?, en un futuro volver a tener alguna opción.

¿Cree que es posible que vuelva a pasar ese tren?

No sé si es posible que vuelva a pasar o no. No depende tanto de mí. A cualquier entrenador le gustaría en un futuro formar parte de una entidad tan grande como el Deportivo, y más siendo gallego, pero mientras tanto cada uno tiene que hacer su camino y, para mí, mi camino es intentar ser mejor entrenador cada año, y para eso hay que evidenciar distintos contextos y situaciones. La decisión de dejar el Compos después de cinco años y salir de mi zona de confort, entre comillas, es precisamente para eso.