Sara García, tercera clasificada en categoría femenina de motos del Dakar 2022, acudió hoy hasta la protectora de animales Scooby para hablar de su reciente aventura en el raid más exigente del mundo. Una cita que calificó como "light" respecto a otras ediciones y en la que, a partir de su lesión el brazo, cambió sus objetivos. Una meta que pasó a ser colgarse la medalla de "finisher", cosa que hizo en un broche de oro con pedida de mano incluida que convirtieron el final de esta edición en un recuerdo imborrable para ella y para su pareja y compañero Javier Vega.

La piloto zamorana, muy involucrada con Scooby , no dudó en afirmar junto a Vega que para ella era el sitio ideal en el que hablar del Dakar. Ha llevado bien presente a la protectora en su precioso casco y tiene claro que es un proyecto al que "dar visibilidad", la máxima posible, para que "los pequeños y no tan pequeños" compañeros que aguardan allí encuentren el cariño adecuado. Ese que la corredora del Pont Grup Yamaha y su compañero repartieron en su visita a todos los perros allí presentes antes de hablar de sus peripecias por tierras árabes.

Sara García no dudó en afirmar que para ella "este Dakar ha sido diferente". "Al final, iba con asistencia y con motos de Rally, y eso me ha ayudado bastante a poder alcanzar la meta", comentó, añadiendo: "he ido muchísimo más cómoda".

En opinión de la piloto, esta edición "ha sido más light". "Bajo mi punto de vista, no ha sido tan dura. Es verdad que ha tenido mucha navegación pero también ha sido mucho más rápida", indicó, apostillando: "hasta la etapa 11 no hemos tenido realmente un verdadero recorrido de Dakar". Una dificultad que, sin embargo, aseveró que le vino "bastante bien" porque "el primer día me hice mucho daño en el brazo y, al final, me costó bastante seguir dentro de la prueba".

La lesión el el brazo fue un gran condicionante para la actuación de Sara García. La zamorana confesó que, pese a acudir "con la intención de mejorar el resultado del año pasado, que ya era difícil porque terminar en 44º lugar es complicado", al término de la primera etapa dejó "de mirar la clasificación". "Dejé de pensar en la clasificación tras la primera etapa, cuando me hice daño en el brazo. Tuve que cambiar de objetivo y me marqué llegar a la meta y traer de vuelta esa medalla de "finisher"", afirmó, asegurando que "en ese sentido ha sido un Dakar muy positivo, ya que además nos hemos traído un tercer puesto en categoría femenina".

Sara García y Javier Vega. ASO

En cuanto a su fortuna en el raid más exigente del mundo y como siempre sufre algún incidente que dificulta su carrera (este año dio positivo antes de empezar y luego se lesionó al comienzo de carrera, Sara García comentó que "el Dakar siempre tiene algo guardado para todo el mundo". "Es una prueba tan larga y tan dura que, si no te pasa nada, has tenido muchísima suerte. El punto clave del Dakar es aprender a solventar todo eso que te va pasando y creo que, el que queda más arriba o llega a la meta es porque ha conseguido superar todas esas dificultades", razonó la zamorana.

Ahora, ya en casa, Sara García sigue trabajando para recuperarse de su lesión. "Ahora estoy mejor. Me dijeron que, cuando parara, mejoraría y así ha sido. He seguido trabajando con los fisios y voy mejorando, poco a poco", explicó sobre el punto más negativo que le deja un Dakar cuyo final fue bien diferente y mucho mejor al anterior. "Era fácil de mejorar el final del año pasado", expresó ayer la piloto, asegurando que "el año anterior, con el susto de Javi" lo pasó "realmente mal". "Esa inquietud de no saber que va a pasar o cuántos días vas a estar allí y sin saber si podrás volar por el neumotorax...", relató, asegurando que poco tenía que ver con "el broche de oro de esta edición" en el que además de subir al podio recibió un anillo de pedida.

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Sobre ese futuro que le aguarda, en el altar, la zamorana fue bien clara. "No hay fecha de boda, todavía sigo poniendo lavadoras del Dakar... cuando acabemos con todo, se mirará", afirmó, confesando que pese a las publicaciones en redes de su pareja, "no esperaba para nada" que Javier Vega le pidiera su mano.

En cuanto al porvenir en las carreras, Sara García sorprendió al asegurar que "ahora mismo el folio está en blanco" y "no hay proyecto alguno sobre la mesa para el próximo Dakar", indicando que a ella le gustaría "mucho competir en camiones, porque es una categoría que me llama la atención" y también "porque la corrió mi padre". Aunque, de momento, la zamorana tiene la mente puesta en "ir completando este 2022 y sumar más medallas" en otras citas.