El derbi entre el Betis y el Sevilla, de los octavos de final de la Copa del Rey, fue suspendido después de que a los 39 minutos del primer tiempo el sevillista Joan Jordán recibiera en su cabeza el impacto de una barra, al parecer de plástico, justo tras empatar a uno el equipo local. En el partido actuaba como cuarto árbitro el zamorano Carlos Pérez, colegiado de Primera RFEF, que tuvo que intervenir en las numerosas discusiones que se produjeron en el terreno de juego tras el incidente.

Carlos Pérez discute con Lopetegi, entrenador del Sevilla AFP7 vía Europa Press

Después de ocho minutos en los que el juego estuvo parado para atender al futbolista, al que el impacto le dejó algo aturdido, el árbitro vasco Ricardo de Burgos Bengoechea, que estaba muy cerca de la acción, recogió el objeto lanzado desde el Gol Sur del Villamarín, se lo entregó al delegado de campo y decidió que el partido quedara interrumpido cuando aún quedaban 6 minutos del primer tiempo. Desde entonces, los sevillistas se retiraron a los vestuarios y los jugadores béticos se quedaron sobre la banda del terreno de juego, mientras en los videomarcadores se recordaba la necesidad del buen comportamiento en la grada y la prohibición de lanzar objetos durante el tiempo de espera, en el que los protagonistas y aficionados aguardan acontecimientos.

El equipo arbitral al comienzo del partido AFP7 vía Europa Press

Durante el tiempo que se jugó, el Betis, con una gran presión adelantada, tuvo mayor dominio en un primer tiempo en el que fue más incisivo en ataque e incluso estrelló un balón en un poste a los 9 minutos con un cabezazo del argentino Germán Pezzella en un córner, aunque fue el Sevilla el que abrió el marcador con un gol desde la frontal del área del argentino Papu Gómez en el 35, tras un centro hacia atrás de Óliver Torres.

Sin embargo, cuatro minutos después igualó para el Betis el francés Nabil Fekir con un ‘gol olímpico’, al marcar directamente desde el córner con la colaboración del joven meta sevillista Alfonso Pastor, lo que desencadenó los incidentes posteriores en la celebración del 1-1.