Ya avisó Jacinto Carbajal, y lo cierto es que no se equivocó. Tras la vuelta del parón navideño el entrenador del Recoletas Zamora alertó de la incertidumbre con la que se iba a afrontar este segundo tramo de la competición en la Liga Challenge, y es que los aplazamientos de partidos estaban asegurados.

La primera en la frente y un brote en el Estepona les impedía disputar el encuentro del pasado fin de semana, como tampoco podrán hacerlo este próximo, aunque en esa ocasión los positivos vienen de la plantilla naranja. Siguiendo con los protocolos marcados, las jugadoras del equipo zamorano afectadas por el COVID, un total de tres, permanecen aisladas en sus respectivos domicilios, mientras que resto, siguiendo los protocolos marcados por la Federación Española de Baloncesto, continúa su actividad, dentro de unos límites.

Según informaron desde el CD Zamarat, los no afectados se entrenarán en grupos reducidos “cumpliendo con todas las medidas de seguridad marcadas”, y hoy miércoles se someterán a nuevas pruebas para tener un seguimiento exhaustivo de estado de salud de todos los componentes del primer equipo, tanto plantilla como cuerpo técnico.

Evidente, el Recoletas Zamora no es el único equipo afectado por esta pandemia sanitaria, y los aplazamientos están garantizados, algo que desvirtúa totalmente la clasificación actual en la Liga Challenge, y obligará a la FEB a encajar las piezas para que los equipos afectados puedan ponerse al día en las próximas semanas, cuando la situación mejore.

La pasada jornada se suspendieron un total de cinco enfrentamientos, y además del Estepona-Recoletas, se aplazaron el Paterna-Mataró, Al-Qazeres-Azpeitia, Barcelona-Alcobendas y Barcelona-Jairis. Para esta semana, por ahora solo está afectado el Zamarat-Canoe, pero quedan días por delante y es probable que se aplacen más.