El Zamora CF dejó claro ayer que se puede, que sí puede lograr la permanencia en Primera RFEF. Lo demostró ganando a Unionistas de Salamanca y sumando tres puntos que les colocan a tan solo uno de la zona de confort de la clasificación, una distancia que hace algunas semanas se veía inalcanzable y que ahora mismo marca el Valladolid Promesas. El equipo demostró fuerza, valentía e inconformismo al remontar, con goles de Carlos Ramos y Adri Herrera, ante un equipo que nunca antes había perdido sobre el césped y que vio cómo, a balón parado, el Zamora le endosaba su primera derrota en un partido, y es que la otra que aparece en su casillero es por alineación indebida ante el DUX. Con este triunfo, además, el Zamora alarga su mejor momento del curso, y suma ya dos victorias consecutivas y cuatro jornadas sin perder.

Jordan Sánchez, que debutó como rojiblanco, en un momento del partido. | J. L. F.

Para este primer encuentro del año y la vuelta del equipo al Ruta de la Plata, Yago Iglesias apostó por un once con novedades en el que se mantuvo Villanueva en la portería, pero en el que ya apareció la primera incorporación invernal, Jordan Sánchez, que debutó con la elástica zamorana en sustitución de Parra. Acompañándole en primera línea estuvieron Xisco y Cordero, como centrales, y Espejo en el lateral izquierdo. En el centro del campo se ubicaron Carlos Ramos y Jorge Fernández, con Javi Navas y Dani Hernández en los extremos, y Adri Herrera y Baselga liderando la ofensiva. Enfrente uno de los mejores equipos del grupo, pero ante el que era necesario sumar tres puntos, y es que tras la derrota del Talavera la permanencia podía acariciarse antes del nuevo parón en el calendario liguero, y es que esta próxima semana no habrá partido, al menos oficial, para los de Iglesias.

Cabezazo de Adri Herrera ante Salva, portero de Unionistas, ayer. | J. L. F.

Consciente de sus necesidades el Zamora F trató de monopolizar la posesión desde el pitido inicial. El equipo tocaba e intentaba sumar metros ante unos charros muy bien posicionados atrás y que demostraban no tener prisa. Las urgencias eran locales, y desde atrás, los de Yago Iglesias trataban de crear jugada, pero faltaba mordiente y es que en los primeros compases solo se vio un remate de Adri Herrera, fácil para el portero Salva y un disparo de Baselga que, al menos, mostraba intenciones. Sin embargo, a perro flaco todo parecen ser pulgas, y Unionistas demostró cien por cien de efectividad. Tras una internada por banda izquierda, el balón quedó muerto y Pablo Espina batió a Villanueva poniendo un desolador 0-1 cuando se cumplía el minuto 13.

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GALERÍA | Triunfo del Zamora CF ante Unionistas de Salamanca

Tiempo para la remontada había y el Zamora CF trató de revolverse, pero las ideas ya no estaban claras, el nerviosismo crecía. Mientras se reajustaban las líneas y se digería el gol, Carlos de la Nava perdonó minutos después el segundo con un cabezazo que se fue fuera. Las revoluciones estaban descontroladas y el juego ordenado que se había mostrado en los primeros compases era ya un mero recuerdo. Unionistas se lanzó y obligó a poner todo en defensa, como se demostró con Carlos Ramos sacando bajo la línea lo que pareció ser un gol seguro. Los locales ya ponían más corazón que cabeza, algo que a veces también funciona y cerca estuvo Jorge Fernández de sorprender con un disparo que se fue fuera. Ese fue un nuevo punto de inflexión, y el Zamora quería demostrar que estaba vivo. Javi Navas lo dejó claro con un brillante cabezazo que milagrosamente Salva desvió, y después fue Xisco el que tuvo el empate. Se pasaba el ecuador del primer tiempo y se vivía el mejor momento de los locales que no conseguían sacar rédito de la cascada de ocasiones que estaban teniendo. Así se alcanzó la recta final, con un fútbol más igualado y unos últimos compases en los que, ahora sí, se pudo ver al mejor Villanueva, y un nuevo “casi” de Javi Navas que tuvo otra vez una magnífica oportunidad, pero se quedaba con la miel en los labios antes de enfilar vestuarios.

ASÍ TE CONTAMOS EL MINUTO A MINUTO DEL PARTIDO

Conscientes de lo que obligaba la situación, se reanudó el encuentro, y el primer susto tardó cinco minutos en producirse. Fue en una falta lateral y gol, en claro fuera de juego, que, afortunadamente, no subió al marcador de los visitantes. Por contra, la respuesta sí fue positiva y tras una llegada rojiblanca Carlos Ramos remataba para poner el 1-1 cuando quedaba más de media hora de juego por delante. Lo más difícil parecía hecho, y era sacudirse complejos, pero el punto no era suficiente.

Con la hora superada, comenzaron los cambios, y Yago Iglesias lo hizo doble dando entrada a Luque y Kepa por Dani y Javi Navas, que se fueron entre aplausos y con la única nota amarga de no haber aprovechado sus ocasiones. Quedaba un mundo y era necesario ir a por más. A los locales se les veía, de nuevo, con más confianza en sus acciones y creyendo en sus opciones, algo que en muchas ocasiones parecían haber perdido. El creer en sí mismos también tiene premio, y tras una buena falta Adri Herrera remataba para poner un esperanzador 2-1 en el marcador. Quedaban veinte minutos por delante, y la estrategia estaba dando una victoria vital para el futuro rojiblanco, pero había que aguantar, y ante un rival como Unionistas, eso no es fácil. Consciente de que se le iba el encuentro, Damián Mori movió su banquillo en busca de una mayor verticalidad en su juego con un triple cambio, mientras que Iglesias hacía lo propio con jugadores a los que ya les faltaba gasolina. Restaban diez minutos que debían ser heroicos, y Yago pedía el aliento de su afición desde el banquillo. Fue un último tramo de infarto en el que el que las energías se centraron en no cometer un error que saliera caro. Viendo que se acariciaba el triunfo, el Zamora se vino arriba y quiso más. Jorge Fernández pudo sorprender desde lejos, pero lo importante es que el reloj avanzaba hacia la conclusión. Al final, fue posible, victoria, tres puntos y a seguir soñando porque se puede.