Las palabras salidas de tono de Srdjan Djokovic, padre del número uno del tenis mundial, no ayudan precisamente a calmar la tensa situación que va más allá del propio deporte, entre Serbia y Australia, después de que las autoridades aduaneras del país oceánico no autorizaran la entrada del tenista a Melbourne por no haberse vacunado contra el covid.

Este viernes era el día de Navidad para los cristianos ortodoxos, la religión del tenista serbio, quien vivió la jornada en la soledad de su habitación en el Park Hotel de Melbourne, un establecimiento que ahora está dedicado a alojar a personas sin los papeles en regla y que están a la espera (o no) de ser expulsados de Australia. Por esta razón, Srdjan Djokovic quiso enviar un mensaje con tintes religiosos sobre la situación que vive su hijo después de que anteriormente lo considerase un "prisionero" y llamase a la gente a salir a la calle para defender el honor de Serbia.

Críticas serbias a Nadal

"Jesús también tuvo problemas, le hicieron de todo, pero él sigue vivo entre nosotros. Así también a 'Nole' lo intentan crucificar. !No le puede nada! ¡Él es el corazón de Serbia y del mundo libre!". Así se pronunció el padre del jugador ante los manifestantes que clamaban por la libertad del tenista ante el Parlamento de Belgrado. "¿Porque nos hacen esto y se lo hacen a 'Nole'?", chilló Srdjan Djokovic, y la gente respondió: "porque nos odian".

Curiosamente nadie ha cuestionado, tal como hizo Rafael Nadal, por qué no se ha vacunado, a la vez que al tenista mallorquín lo están hostigando en Serbia por no haber apoyado al número uno del tenis mundial y haber defendido las campañas de vacunación.

Los ánimos en Serbia están muy exaltados. La retención de Djokovic en Melbourne se ha tomado como una cuestión de Estado en un país que no llega al 50% de población vacunada.

Mientras tanto, al menos hasta el lunes, Djokovic permanecerá recluido en el hotel de Melbourne. El equipo de abogados que lo asesora en Australia mantiene la fe en que el tenista pueda disputar finalmente el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, que empieza el día 17 y donde aspira a una décima victoria.

La estrategia principalmente se basa, según medios locales, en lograr una demora del fallo, a base de recursos y mientras tanto conseguir que Djokovic disponga de un permiso oficial para poder permanecer de forma provisional en territorio australiano. De lo contrario, el mismo lunes debería abandonar el país.

Jugadora retenida

El Gobierno federal, de todas formas, a través de la ministra de Interior, Karen Andrews, confirmó este viernes que Djokovic no estaba preso y que era totalmente libre para abandonar Australia cuando quisiera. Eso sí, de momento, tiene prohibidos los movimientos por Melbourne.

"Muchas gracias a las personas de todo el mundo por el constante apoyo. Puedo sentirlo y es muy apreciado", escribió Djokovic en las redes sociales, después de felicitar la Navidad ortodoxa.

El número uno no es el único tenista retenido enAustralia. Este viernes también fue conducida al Park Hotel de Melbourne la veterana jugadora checa Renata Voracova, de 38 años, quien podía haber llegado a Australia sin la pauta completa de vacunación.