La sesión vermú en La Rosaleda no pudo ser mejor para la enfervorecida hinchada benaventana. Los blanquiazules golearon por 9-5 a un Full Energía Colo Colo Zaragoza FS, rival directo por los puestos de play off, que no supo cómo gestionar la desventaja y jugó medio partido a tumba abierta.

Los menos puntuales ni siquiera fueron testigos del centelleante inicio de partido, en el que se anotaron tres goles en el primer minuto de partido. La locura comenzó cuando a los nueve segundos de juego, Ibarra recibía un balón largo de Aitor y, tras un control orientado a la media vuelta, cruzaba un balón que se colaba en la portería defendida por Eguizábal para poner el 1-0. Quien golpea primero golpea dos veces, y el Caja Rural Atlético Benavente FS lo tomó como un mantra que seguir al pie de la letra. Apenas 30 segundos después del primer gol, la intensa presión benaventana conllevó una recuperación casi en el área que permitía a Charliente definir ante Eguizábal para poner el 2-0 y hacer estallar la locura en un incrédulo graderío, que casi no le había dado tiempo a acomodarse en su asiento. Los zaragozanos no estaban dispuestos a regalar los tres puntos y Tabuenca era quien más claro lo tenía. El ala recibió un balón largo desde su área y conectó un derechazo sin dejar que el balón tocara la pista para colarlo por entre las piernas de Marcos Vara y poner el 2-1, poniendo de nuevo los pies en la tierra a los de Chema Sánchez.

Tras un comienzo de absoluta locura, el partido se relajó y el siguiente gol no llegaría hasta el ecuador de la primera mitad. Una recuperación cerca del área permitía a Tabuenca repetir de cara a gol y poner el empate en el marcador. Los peores fantasmas del Caja Rural Atlético Benavente parecían volver a aparecerse en La Rosaleda.

Los blanquiazules supieron reponerse tras sufrir el empate y, apenas cinco minutos después, Aitor recuperaba y jugaba para Preciado quien, tras controlar con la pierna derecha, metía un punterazo con la izquierda para poner el 3-2 en el marcador, dejando claro que los tres puntos iban a quedarse en casa.

Ello quedaba de nuevo ratificado a los tres minutos de empezar la segunda mitad, cuando Novoa comandaba un fulgurante contraataque que culminaba Charliente empujando el balón al fondo de las mallas para poner tierra de por medio y dar algo de tranquilidad sobre el 40x20 de La Rosaleda.

Apenas un minuto después, Malaguti decidió que él también quería ser parte de la fiesta. Él mismo se cocinó una jugada en la que, tras dejar por el camino a dos rivales, conectó un zurdazo cruzado para poner el quinto en el electrónico desatando la locura en el pabellón.

El Full Energía Colo Colo Zaragoza FS, consciente de que ya no tenía nada que perder, decidió poner un portero jugador para buscar la superioridad, pero ese movimiento táctico no fue sino una maniobra que propició el resto de los tantos benaventanos que a la postre sellarían la goleada. El primero en aprovechar la circunstancia fue Pablo Ibarra quien, desde casi su área, mandó el cuero a guardar con la portería desguarnecida.

Esa superioridad buscada por el conjunto dirigido por Alfonso Rodríguez dio sus frutos cuando, tras una gran jugada asociativa, Tabuenca metía su tercer y último gol de la mañana tras definir a la escuadra derecha de la portería ya defendida por Dani Simón.

A falta de tres minutos para el final del encuentro, aún quedaba mucha tela que cortar. El Caja Rural Atlético Benavente FS seguía haciendo sangre y Aitor volvía a aprovecharse de que no había nadie en la portería para emular a Ibarra y colar el 7-3. 

Apenas un minuto después, el portero jugador del Full Energía Colo Colo Zaragoza FS sería quien diera la asistencia a Nano para poner el 7-4 a fin de, al menos, inquietar a los benaventanos. 

Sin embargo, cada golpe era rápidamente contestado por los blanquiazules, que estaban convencidos de que tocaba ganar y nadie iba a impedírselo. Ibarra, conectó un libre directo con la base del poste de la portería visitante, ante la pasividad y la incredulidad de sus rivales, que no esperaban esa definición.

Otra gran jugada de combinaciones de los zaragozanos recompensó el esfuerzo de Fran como portero jugador, que empujó con el exterior de su bota derecha el balón al fondo de la red para obtener un nuevo premio de consolación en un partido que ya estaba lejos para ellos. A falta de menos de un minuto para el final del encuentro, Ibarra ponía el broche de oro a su actuación con su cuarto gol, de nuevo a portería vacía y desde lejos, para poner el 9-5 final.

Los de Chema Sánchez recuperaron, pues, sus sensaciones, su identidad y su buen juego que les había permitido pelear por los puestos de play off de ascenso. La victoria de este domingo supone un espaldarazo tanto anímico como deportivo para reengancharse a una carrera de fondo con una meta que, aunque lejana, es perfectamente asumible para un equipo que puede pelear por todo.