El Caja Rural Atlético Benavente encajó una dolorosa derrota en su desplazamiento a la pista del Atlético Mengíbar, rival frente al que cayó goleado por un contundente 10-3 en un encuentro con un inicio frenético que cayó del lado local gracias a su eficacia al contragolpe y los múltiples fallos defensivos del equipo blanquiazul.

El partido arrancó tremendamente alocado con un inicio cargado de goles y emociones. Apenas pasaba un minuto de juego cuando el Atlético Mengíbar abría el marcador gracias a un tanto en una llegada por banda que era rematado por Bingyoba en línea de gol. Una diana con cierta fortuna, pero mucho menor a la que dio lugar al empate benaventano en la siguiente acción, cuando tras el saque de centro un pase de Novoa era interceptado por un defensor que enviaba el cuero a la escuadra del arco jienense.

El intercambio de golpes no había hecho más que comenzar y, segundos más tarde, los locales volvían a adelantarse en el marcador. Esta vez con una jugada individual de Montes terminada con un potente disparo cruzado. Una diana a la que buscó reaccionar también de forma inmediata el Caja Rural Atlético Benavente pero, esta vez, su intento fue esquivo dando lugar al polémico 3-1. Y es que, Charlie era objeto de falta justo antes de lanzar un peligroso contragolpe, acabando la bola en poder de un Atlético Mengíbar que no perdonó para perforar la meta de Dani Simón aprovechando que pilló a su rival descolocado.

Con dos goles de desventaja, Chema Sánchez solicitó tiempo muerto y esto serenó el duelo. El Caja Rural Atlético Benavente se afianzó atrás y pasó a dominar el cuero. Incluso tuvo dos oportunidades para recortar diferencias en acciones de Malaguti. Sin embargo, los blanquiazules fueron víctimas de sus propios errores tras estos compases de más calma. Bastó un descuido en la marca de un saque de banda para que llegara el 4-1 por medio de Tortu y, apostando con el portero-jugador para volver al partido, un robo para que se produjera el 5-1 obra de Ureña. Un tanteo que se hizo aún más abultado antes del descanso pues, en un balón largo que Ordoñez transformó en una vaselina perfecta, el Atlético Mengibar se iba al descanso con 6-1 a su favor.

La contienda estaba prácticamente perdida pero no por ello el Caja Rural Atlético Benavente le perdió la cara al partido. Regresó a pista enrabietado y dispuesto a enmendar sus errores para proponer dura batalla a los locales. Muestra de ello fue el 6-2 que marcó Jesús Preciado a los dos minutos de la reanudación.

Durante esos compases, a los locales les vino bien situarse en su campo y ceder la iniciativa al bloque de Sánchez. Una situación que, dada la sólida defensa andaluza, fue obligando a los visitantes a tomar cada vez más riesgos elevando su presión. Los benaventanos consiguieron generar así un par de oportunidades pero, al final, acabaron permitiendo un contragolpe en el que Bingyoba encontró a Tortu y dejar la cuenta en 7-2 a falta de los últimos diez minutos del encuentro.

La recta final del choque fue un querer y no poder del Caja Rural Atletico Benavente ante un rival con la confianza por las nubes y seguro de su victoria. Un triunfo que los locales terminaron certificando con tres goles más en los siguientes tres minutos gracias a las dianas de Tortu, en una bonita salida de balón; Pablo Ordoñez, en una contra; y nuevamente Tortu en una acción personal. Un triple golpe que fijaba el luminoso en un contundente 10-2 que ni siquiera la vuelta del portero jugador por parte benaventana y el posterior tanto de Charlie pudieron maquillar.