El equipo que menos goles mete de Primera RFEF tan sólo necesitó ocho minutos para marcar dos tantos y sentenciar su pase a la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey en un partido en el que fue claramente superior a un Extremadura ineficaz en ataque y que no estuvo muy acertado en los goles zamoranos. El 1-4 debe servir como oxígeno para afrontar el sábado el partido de Liga entre los mismos rivales y en el mismo escenario.

Por primera vez esta temporada, no fue el Zamora el que regaló los goles a su rival. Esta vez, el Extremadura entró frío en el encuentro y en el primer minuto cometió un error en el despeje en un córner que le permitió a Carlos Cordero marcar a placer el primer gol rojiblanco.

Fue un gol que sirvió para que el que era hasta entonces un equipo impreciso, nerviosos, sin confianza y sin capacidad goleadora, adquiriese una versión alegre, sin presión y con una gran facilidad para marcar, como la que tuvo Losada al protagonizar una pared al borde del área que le permitió plantarse solo ante el portero extremeño para marcar el segundo gol del partido, un gol que le dio la suficiente tranquilidad al Zamora para llevar el partido a donde quería y pasarle toda la presión a su rival.

No solo llegaron estos dos goles porque Luque también pisó área y firmó una brillante internada hasta encarar al portero que rechazó el balón en un milagroso “uno contra uno”.

Yago Iglesias presentó una alineación completamente distinta a la del partido de Irún, con Mapisa en la portería; una líne defensiva integrada por Parra y Rojo en las bandas, y Xisco con Cordero como centrales. Juanan volvió a ser el de antes de su lesión mandando en el pivote defensivo, con un Luque que hizo valer la fama con la que llegó al Zamora. Navas y Bieites jugaron en las bandas, mientras Losada y Jorge Fernández se encargaron de los puestos en la punta del ataque.

El primer tiempo no tuvo mucha más historia porque al Zamora le valía con pertrecharse y achicar espacios atrás para esperar un contragolpe, y el Extremadura no sabía qué hacer con el balón que tuvo durante muchos minutos pero sin crear ningún peligro real.

Y tras el descanso se repitió la historia, un par de minutos necesitó aquel Zamora negado con el gol para marcar el tercero. Esta vez fue en un contragolpe que llevó Carlos Parra hasta plantarse dentro del área para batir al portero extremeño con tiro raso ajustado al poste. Era la puntilla para el Extremadura que si antes mostraba una gran impontencia y apatía, a partir de ahora todavía incrementó su pobre imagen como equipo y sobre todo una enorme falta de motivación. Manuel Mosquera realizó hasta cuatro cambios para buscar la reacción del Extremadura, y Yago Iglesias puso en el campo a Baqué y Baselga. Pero todo estaba ya decidido y poco se podía ya esperar del partido pese a que quedaba más de media hora de juego todavía.

Pero si antes al Zamora no le entraban los goles ni de milagro, ayer los conseguía hasta de rebote como el que marcó Losada y supuso el 0-4. Yago Iglesias decidió entonces seguir viendo a los jugadores que menos conoce y puso en el campo a Dieguito, Espejo y Coscia.

Y todavía hubo tiempo para que el Extremadura aprovechase la única ocasión que creó en todo el partido con un remate en una falta de Musa que, desmarcado, cabeceó en el segundo palo el 1-4 cuando ya solo quedaban diez minutos de juego.