Fin al sueño benaventano de la Copa del Rey. El Viña Albali Valdepeñas FS se impuso con un contundente 1-4 a un Atlético Benavente FS que no supo reaccionar. Los de Chema Sánchez terminaron pagando las ocasiones que perdonaron cuando aún el empate campeaba en el electrónico.

Un Pabellón Municipal La Rosaleda de Benavente lleno hasta la bandera se convirtió en una verdadera caldera para llevar a su equipo en volandas hacia la siguiente ronda del torneo, aunque, a la postre, esa caldera terminaría helada diciendo adiós a la competición.

Con el 0-0 en el marcador, el combinado blanquiazul fue quien gozó de mayor número de ocasiones, pero Óscar de la Faya se mantenía a un gran nivel haciendo inútil cualquier intento de los locales. Sin embargo, a los cuatro minutos de juego, tuvo que ser sustituido por un fuerte golpe que acabaría por derivar al guardameta al Hospital de Benavente, por precaución. Edu, su sustituto, provocó con sus paradas que no se notara la ausencia del titular, mientras los pupilos de Chema Sánchez continuaban perdonando ocasiones.

Todo comenzó a torcerse para el Atlético Benavente FS cuando un rechace desde el campo visitante le llegaba al pívot brasileño Matheus Preá, que con un remate a la media vuelta colaba el balón por debajo de Dani Simón, que volvía a la portería tras cerca de un mes de ausencia, para poner el primer tanto en el casillero visitante.

Tras el gol, el partido se enfrió y los equipos apenas se inquietaban mutuamente con ocasiones de peligro real. Sin embargo, a falta de dos minutos para el final del primer acto, un córner botado desde la derecha fue rematado con un potente zurdazo por Catela. El ala del conjunto visitante se encontró con un gran Dani Simón que realizaba una gran parada, pero fue Rafael Rato quien se erigió como el alumno más aventajado del aula para enviar el cuero a guardar, rematando a placer con el cancerbero local ya vendido.

El descanso sirvió al conjunto benaventano para intentar recomponerse y recuperarse de los dos fuertes golpes sufridos en la primera mitad. Todo ánimo prácticamente sucumbió cuando, a los dos minutos de comenzar la segunda mitad, Catela veía recompensado su esfuerzo en la presión, recuperando el balón en campo rival, con el equipo local todavía en fase atacante, lo que permitió al conjunto vinatero plantarse en superioridad numérica ante el arquero local, que nada pudo hacer para evitar el gol de Lolo, que empujaba el balón a portería vacía.

Las pocas esperanzas que seguían albergando los corazones locales comenzaron a esfumarse cuando Batería se cocinaba una jugada por banda derecha que culminaría con un zurdazo desde la media distancia que cogía descolocado a Marcos Vara y se colaba en la portería para poner el cuarto gol visitante que prácticamente sentenciaba el encuentro. A pesar de ello, ni la hinchada local quería ver a su equipo rendirse, ni los propios jugadores querían hacerlo. Tanto es así, que el conjunto comandado por Chema Sánchez se volcó en ataque colocando a Ibarra como portero-jugador para conseguir la superioridad numérica. Ello permitió a los blanquiazules llegar a embotellar a su rival y tenerlo encerrado en su área.

La insistencia y la tenacidad benaventana dio sus frutos en el minuto 34, cuando Charliente empujaba a portería vacía un balón tenso y raso puesto por Aitor desde la banda derecha para poner el primer gol local en el electrónico que, a la postre, fue el 1-4 definitivo.