El Atlético Benavente tiene la oportunidad esta semana resarcirse del revés sufrido el sábado en Noia, donde perdieron 3-1 frente al líder de Segunda División, aunque dejando un buen juego y la sensación de haber sufrido más castigo del merecido. El Pabellón Municipal La Rosaleda se convertirá en un hervidero hoy a las 20:30 horas para acoger el encuentro entre Atlético Benavente FS y un FS Viña Albali Valdepeñas que llega con la moral por las nubes tras conseguir ponerse segundo en Primera División tras vencer al Real Betis Futsal por 3-1.

La ilusión de la Copa del Rey vuelve al corazón de la hinchada blanquiazul, que arropará a su equipo desde el primer instante de un partido que se anticipa especialmente complicado para el combinado local. Su rival solo se ha dejado 4 puntos en lo que va de campeonato, únicamente habiendo perdido un partido y empatado otro. El conjunto manchego no conoce la derrota desde el pasado 22 de octubre, cuando recibió un severo correctivo del Inter Movistar FS, que se impuso por 4-0.

Los de Chema Sánchez llegan al encuentro tras el golpe de realidad sufrido el sábado frente al Noia, pero la convicción necesaria para aspirar a todo. El conjunto benaventano sabe lo que hace, y lo hace bien. Además, contarán con el punto a favor de jugar en casa y tener el respaldo de su siempre fiel y ardiente hinchada, que promete un lleno hasta la bandera en La Rosaleda para que su equipo no camine solo y puedan llegar juntos hasta la victoria y conseguir el pase a la siguiente ronda para seguir soñando con todo.

Aunque el Atlético Benavente FS es, a priori, teóricamente inferior, de lo que los blanquiazules van sobrados es de ambición y ganas de dar guerra ante uno de los principales candidatos al título de Primera División. Y para ello La Rosaleda será una caldera hasta que consigan infundir el miedo en el corazón de sus rivales, llevando en volandas a su equipo para que siga mirando lo más arriba posible.