La era de Yago Iglesias en el Zamora CF arrancó con una clara derrota del cuadro rojiblanco ante un Real Unión que necesitó de bien poco para imponerse por 2-0 en el Stadium Gal. Un escenario donde la lluvia y el granizo dio lugar a un partido feo, con pases largos y poco control sobre el juego, condiciones sobre las que se movió mejor el cuadro vasco.

No tuvo un mal inicio el bloque zamorano. Se mostró bastante sólido en unos primeros minutos sin control por parte de ambos equipos, tratando los futbolistas de adaptarse a las condiciones del terreno de juego, afectado por la lluvia.

Entre balones largos y pérdidas de balón transcurrieron los primeros minutos, sin apenas ocasiones para ninguno de los dos equipos. Eso sí, las que hubo tuvieron sello local como la que salvó Jon Villanueva a los trece minutos de juego o el remate fallido de Beobide poco después en el primer palo con todo a su favor. Por su parte, el Zamora CF, ni se acercó a la meta de Irazusta más allá de una jugada a balón parado.

Con 0-0 y el paso de los minutos, pareció que el equipo de Yago Iglesias daba un paso adelante. Después de varios instantes de dominio territorial por parte de los locales, el cuadro rojiblanco se hacía con el cuero y comenzaba a llegar al balón del área vasca. Sin embargo, la falta de precisión en el pase en tres cuartos de campo, le impidió generar ocasiones.

Todo parecía indicar que el marcador no se movería antes del descanso pero, en el minuto 37, llegó el habitual accidente del Zamora CF cuando juega a domicilio. Un intento de jugar el balón de forma controlada desde atrás llevaba el cuero a botas de Villanueva que, ante la presión de un delantero rival, hacía un recorte. El gesto técnico no fue preciso y, con el campo rápido, el balón se le fue demasiado largo para llegar a los pies de Pradera que sorteó al meta para hacer el 1-0 a placer.

De nuevo un error garrafal ponía por detrás al Zamora CF, que llegaba al descanso necesitando un parón para recobrar ánimos ante un Real Unión más solvente y con más sensación de poder hacer daño por medio de Seguín o Miguel Santos.

El tanto encajado no hizo que Yago Iglesias moviera el banquillo en el descanso. El Zamora CF saltó en la segunda mitad con los mismos once para tratar de dar la vuelta al marcador. Sin embargo, volvió a caer en los errores de otras ocasiones. Jugadas individuales de Kepa, falta de un pase preciso en tres cuartos de campo y pocas ideas para desarmar a un Real Unión que pasó a esperar en su campo.

Iglesias buscó algo más de movilidad y profundidad con los cambios. Dio entrada de Dieguito y Javi Navas, después a Coscia y a Luque. Buscó nuevas opciones, pero fue incapaz de alterar el guion de un partido en el que apenas vio la portería rival. De hecho, cuando esto ocurrió de forma clara y franca, ya era el minuto 80 y el marcador reflejaba un 2-0 en contra, pues para entonces el recién ingresado Kun había rematado con acierto en el primer palo una rápida contra dirigida por el local Seguín.

Sin perder la cara al partido pero sin poder hacer daño a su rival, el Zamora CF se volcó sobre la meta rival. Y, ciertamente, pisó más veces el área pero lo hizo con más corazón que fútbol o cabeza. Unos intentos en la recta final que tuvieron en la petición de dos penas máximas la última bala para marcar en el Stadium Gal, un empujón a Dieguito y una mano en el área a tiro de Cordero. Dos acciones que el árbitro no consideró penalti, dejando al Zamora CF de Yago Iglesias sin gol y estrenando una nueva etapa en Primera RFEF con una derrota marcada sobre los errores de encuentros anteriores.