El Recoletas Zamora encajó ante su público la segunda derrota liguera de la temporada al caer por 45-61 ante un Pacisa Alcobendas que, empujado por Howard y Togares, dejó sin efecto el gran segundo cuarto naranja. Un oasis anotador en el desierto de puntería por el que caminó ayer el conjunto de Jacinto Carbajal en un duelo a pocos puntos, cometiendo demasiados errores tras el descanso.

Pese a la canasta inicial en una buena combinación entre Latorre y Santana, el líder no se encontró cómodo en los primeros minutos de partido. Ni ofensivamente, donde no mostró demasiada puntería; ni defensivamente, donde el Pacisa Alcobendas fue capaz de encontrar tiros liberados para cobrar una amplia ventaja en el marcador. Los rápidos ataques al contragolpe de las madrileñas, combinados con su acierto desde el perímetro, supuso un parcial de 0-10 antes del ecuador del primer periodo que obligó a Jacinto Carbajal a solicitar tiempo muerto (2-12, m. 5).

La diferencia de dobles dígitos y las sensaciones negativas a la hora de atacar el aro rival llevaron al técnico local a realizar sus primeros cambios en el quinteto inicial, dando entrada a Waters y Green. Y si bien Barneda dio aliento al líder con un triple, el Recoletas Zamora no reaccionó y siguió cometiendo pérdidas de balón y fallos que le impedían remontar. Incluso con la entrada en pista de nuevas jugadoras de refresco. Ni siquiera dos canastas de Morgan Green sirvieron para que las naranja conectaran con el partido antes de concluir el cuarto inicial (9-16).

Con dos tiros libres de Waters y Pacisa Alcobendas acumulando faltas personales para frenar los intentos de remontada local, el encuentro se reanudó con Recoletas Zamora recuperando balones en defensa y no permitiendo segundas opciones. El guion había cambiado y, con la diferencia reduciéndose a cada instante, Montoliu aprovechó una antideportiva y Ezeigbo los primeros tiros libres de castigo para igualar el envite en el minuto 13. Un arranque de garra que, unido al desconcierto en las visitantes, llevó al Recoletas Zamora a forzar el tiempo muerto visitante con dos acciones de auténtico lujo que le devolvían la ventaja en el luminoso al cuadro naranja (20-16, m. 14).

El líder fue capaz de estirar su diferencia hasta los seis puntos antes de que Pacisa Alcobendas, con un tiro libre, acabara con su sequía. Punto que dio inicio a un intercambio de golpes entre un líder de manos rápidas en defensa y su adversario, que veía aro en los pequeños descuidos locales. Dinámica que, si bien no permitió a las de Jacinto Carbajal romper el partido, sí hizo que al descanso tuvieran una renta de ocho puntos para buscar la victoria en el segundo acto.

SENTÓ MAL EL DESCANSO

El paso por vestuarios no sentó bien en el bando local. O, mejor dicho, le vino muy bien al Pacisa Alcobendas. Las visitantes recuperaron su pegajosa defensa del comienzo de partido, así como su puntería en el tiro exterior, volviendo a equilibrar el tanteo tras cuatro minutos con una única canasta naranja. Un bache del Recoletas Zamora que Jacinto Carbajal quiso atajar con un receso cuando el tanteo ya favorecía a las madrileñas (33-35, m. 26).

El líder no generaba opciones cómodas de tiro y había perdido el rebote ofensivo, lo que conllevó una desventaja de seis tantos en un atasco de las zamoranas al que puso fin Gómez con una canasta que tuvo rápida respuesta en un triple de Howard que fijaba el luminoso en 35-42 antes de la disputa de los últimos diez minutos.

Dispuesto a remontar, el Recoletas Zamora acabó su riña con la puntería y buscó el camino de la remontada con un triple de Gómez y una canasta de Ezeigbo. Sin embargo, su defensa seguía sin poder contener a un Pacisa Alcobendas que devolvía cada golpe y no solo frenaba la reacción naranja sino que la dinamitaba ampliando su renta a dobles dígitos a falta de seis minutos para el final cuando Jacinto Carbajal paró la contienda (40-53, m. 34).

Estando trece tantos por debajo, el líder debía atacar con celeridad y tino, además de secar el flujo de puntos visitante. Sin embargo, Recoletas Zamora no fue capaz de hacer a la perfección ambas cosas. Y es que, ni siquiera un parcial de 5-0 al que puso rúbrica un triple de Montoliu, pudo impedir la derrota de las naranja ante un Pacisa Alcobendas que manejó con soltura la recta final del encuentro apoyado por el extraordinario talento de Howard y Togores, determinantes para el 45-61 final que destrona a Recoletas Zamora.