El fútbol, los goles, los nervios, la clasificación... Todo eso pasó a un segundo plano en el campo de San Lorenzo, donde Laredo y Zamora disputaron un hermoso amistoso en beneficio de la lucha contra el cáncer. Entrada libre al campo del “Charles”, colaboración desinteresada del público en forma de regalos y donaciones, el agradecimiento a un equipo de superior categoría como es el Zamora de David Movilla por brindarse a colaborar jugando un encuentro tan hermoso, e incluso un colegiado de Primera como Adrián Cordero Vega -y su colega Cerezo Parfenof en la banda- ayudando en una lucha que nos afecta a todos arbitrando de manera completamente altruista. El resultado era lo de menos, pero los del Movilla se llevaron el gato al agua por un gol a tres.

En el primer periodo, y con once donde David Movilla realizaba muchas probaturas dando minutos a los menos habituales, hubo mejor juego por parte del Zamora CF mostrando su superioridad ante un conjunto de Segunda RFEF como el Laredo, y que también dio minutos a habituales suplentes y juveniles. Aunque los rojiblancos mostraban más calidad en el dominio del tempo del encuentro, combinando bien en la medular, apenas se acercaron con peligro a las inmediaciones del marco pejino. Por contra, un Laredo más encerradito en su parcela sí se acercó con dos buenas oportunidades cuando el marcador era de empate a cero.

La primera la tuvo el jovencísimo Miguel de la Peña, con un remate que se estrelló en el poste del marco defendido por Mapisa. Poco después, nueva oportunidad para el conjunto propietario del terreno en un remate de cabeza picado a cargo de Diego Parro, y que estuvo cerca de inaugurar el marcador.

Lo conseguiría Dani Espejo en la primera oportunidad clara de los zamoranos, cuando al paso por el minuto 35 recogía un rechace y conseguía a bocajarro el primer tanto de la tarde. En el descanso, más recogida de regalos y donaciones y un sorteo entre los asistentes. La AECC, beneficiaria del partido, se lo merece todo.

En el segundo periodo hubo el habitual carrusel de sustituciones en esta clase de encuentros. Fueron saltando al campo jugadores ya más habituales en los onces ligueros del Charles y del Zamora, pero todo en una dinámica de suavidad, sin faltas ni entradas duras. Lo importante era que no se produjeran lesiones ni circunstancias desagradables en un partido concebido como una fiesta.

Once inicial del Zamora CF, ayer. | Zamora CF

Más igualado este segundo periodo en lo meramente futbolístico, sin tanto control por parte del Zamora. Los titulares del Laredo querían demostrar su valía y un delantero experimentado como Iván Argos tuvo la primera oportunidad clara de la reanudación, deteniendo el arquero del Zamora.

Coscia avisaba para el conjunto de David Movilla con un peligroso disparo cruzado que se iba fuera por poco, respondiendo los cántabros en una oportunidad de Oliver que se marchaba desviada. Con el paso de los minutos, se iban relajando más todavía si cabe los sistemas defensivos y el marcador se pudo engrosar.

Primero fue el Zamora el que anotaba, cuando Agustín Coscia se reivindicaba con un remate perfecto batir el marco de los pejinos, sin duda un gol importante para reforzar la moral del ariete rosarino de cara a las trascendentales citas ligueras que se avecinan. Pero el Club Deportivo Laredo no estaba dispuesto a arrojar la toalla en cuanto al resultado, y un servicio perfecto desde la esquina en un córner botado por Ibarrondo lo cabeceaba Chus Puras a las mallas con un cabezazo sin oposición para recortar las distancias.

Presionaron los locales buscando el dos a dos, pero lo que acabó llegando fue el uno a tres, cuando Mario Losada demostraba que es un jugador con olfato de gol convirtiendo una hermosa diana con un potente disparo desde el borde del área en el tanto definitivo. Ya no hubo más y el Zamora se llevó la alegría del triunfo en una tarde donde el resultado era lo de menos, pero a nadie le amarga un dulce. Movilla pudo probar hombres y sistemas en un encuentro de guante blanco, un entrenamiento con público y con un adversario esforzado. Lo más bonito de la tarde, el aluvión de donaciones y la solidaridad mostrada por todos en una lucha que importa más que cualquier otra, la lucha contra el cáncer. El verdadero gol lo metió la AECC.