El Zamora Enamora se despidió de la Copa del Rey con honores (33-36) tras forzar la prórroga ante BM Alarcos. Un tiempo extra en el que el esfuerzo de los locales por remontar un 12-19 en contra durante el segundo acto acabó pesando, poniendo un triste final a un encuentro en el que los pistacho arrancaron sin empaque y acabaron mostrando todo su carácter.

Cuatro intentos necesitó el Zamora Enamora para estrenar su casillero de goles al inicio del duelo, un arranque que BM Alarcos aprovechó para situarse con 0-2 a su favor. La diferencia en estos primeros compases llegó a ser de tres goles pero, con dos grandes lanzamientos desde el extremo, Jaime redujo la diferencia a una única diana (3-4, m. 6).

El cuadro pistacho tardó en meterse en partido pero, ya en faena, tuvo hasta dos opciones claras de empatar. Un contragolpe de Cubillas y un tiro de Illesca, pero ambos fallaron en su intento. Aun así, y teniendo que lidiar en los siguientes minutos con la exclusión de Andrés, los locales intercambiaban goles con un cuadro visitante que ya no estaba tan cómodo en pista (5-6, m. 11).

Las paradas de Iván o la defensa con Jaime de avanzado parecían funcionar a buen nivel en pista pero, cerca del ecuador del primer acto, un par de fallos en la circulación de balón y una exclusión a Nacho López permitieron a BM Alarcos incrementar su renta (5-8, m. 13).

Trató de reaccionar al golpe el Zamora Enamora pero, a pesar de la exclusión del visitante Palacios, la diferencia no hizo más que aumentar. Las pérdidas en los seis metros rivales eran castigadas con un parcial de 0-3 que obligaba a Iván López a solicitar tiempo muerto pues ya había cinco tantos de desventaja en el tanteo (6-11, m. 17).

Con Fernando tomando la responsabilidad defensiva en el pivote y Andrés y Gallego las alas, el cuadro de Viriato regresó a pista intercambiando de nuevo goles y fallos con su rival. Así entró el partido en los minutos previos al descanso, en los que la diferencia permaneció intacta. Al menos hasta que varios errores consecutivos de los locales acabaron en un parcial de 0-4 que el 11-19 de Cubillas sobre la bocina no compensó.

A ocho tantos de su rival, el Zamora Enamora estaba obligado a reflexionar y cambiar si quería meterse en el partido y seguir vivo en la Copa del Rey.

A la vuelta de vestuarios, el Zamora Enamora apostó por un siete con Mendieta bajo palos y una defensa en línea con sus hombres de más envergadura. Una puesta en escena más compacta en defensa y que mantuvo el pulso con BM Alarcos. Incluso redujo diferencias, gracias al portentoso brazo de Nacho López. Si bien, el argentino veía los dos minutos de castigo a continuación y la remontada se veía frenada (16-22, m. 38).

El partido estaba igualada en pista, la tensión subía y los árbitros agregaban picante con sus decisiones. Todo ello hizo que la grada se metiera en el partido, encendida cuando Nico Bono se llevaba un golpe que enviaba a vestuarios al visitante Palacios. Una acción que dio paso a los mejores minutos locales y a un parcial que dejó el tanteo en 19-22, forzando el tiempo muerto del BM Alarcos.

La reacción pistacho desencadenó en grandes minutos de juego que llevaron a igualar el tanteo. Con garra, buen balonmano ofensivo y una defensa espectacular, el Zamora Enamora se puso a un único gol de su rival. Una remontada impulsada por el público y en la que Zamora borró de un plumazo a un BM Alarcos que seguía enganchado al partido con acciones sueltas (23-24,, m. 46).

Lanzado, dispuesto a pelear hasta el final y más similar al que siempre emociona en el Ángel Nieto, el Zamora Enamora siguió buscando las cosquillas a un BM Alarcos que solventó con fortuna una nueva exclusión. Faltaba rematar la faena e Iván López consideró que un tiempo muerto contribuiría a ello (24-25, m. 48). El sevillano puso pausa y su equipo igualó la contienda por medio de Nico Bono para, a continuación, ponerse por delante por primera vez con un tanto de Illesca (26-25, m. 49).

El Zamora Enamora entró en la recta final de partido con excelentes sensaciones pero, el esfuerzo realizado tenía que acabar notándose y así fue. En los siguientes minutos, y tras no haber hecho casi cambios en el segundo acto, el cuadro de Viriato comenzó a perder eficacia y BM Alarcos recuperó el pulso después de estar KO en pista. Incluso con un hombre menos, fue capaz de igualar nuevamente la contienda y establecer un intercambio de goles con el que se alcanzó el tramo decisivo del envite (28-28).

El desenlace arrancó con una exclusión a Jortos y minutos de agobio para el Zamora Enamora. BM Alarcos tuvo ocasión de ponerse por delante, pero Mendieta y la madera lo impidieron, dando oportunidad a Cubillas para romper una igualdad que volvería al tanteo segundos después (29-29, m. 57). La emoción era máxima y, en el momento cumbre, apareció Nico Bono para poner por delante a los suyos y forzar una exclusión visitante que no afectó en la batalla. Y es que, los visitantes volvieron a asestar un golpe al marco local y a contar con una parada de Óscar Ruiz para forzar la prórroga (30-30).

Con las espadas en todo lo alto, el tiempo extra arrancó con lesión de Illesca y BM Alarcos tomando la delantera. Un duro golpe al que siguió el fallo desde los siete metros de Nacho López tras exclusión del visitante Ramos. y un otro tiro a la madera de Jortos. Errores, fruto del cansancio, que no perdonó el cuadro manchego para, con un parcial de 0-3, sentenciar el envite a la mitad de la prolongación (30-33, m. 65).

Quiso volver a remontar el cuadro de Viriato, que cargó con todo llegando a jugar incluso con siete atacantes y defensa al hombre. Una arriesgada apuesta que le permitió soñar a la afición local con un dulce final que nunca llegó pues el tiempo no dio para retomar el pulso en unos minutos finales con polémica arbitral por no sancionar una pérdida de tiempo ilegal de los visitantes para asegurar su pase (33-36).