La Liga de Naciones, una Champions de 36 clubes, una tercera competición europea llamada Conference League, un Mundial de clubes con 24 equipos, el proyecto de la Superliga, la idea de la FIFA de realizar el Mundial de selecciones cada dos años… El fútbol se ha acostumbrado en los últimos años a que surjan en sus principales despachos ideas para crear o ampliar competiciones que buscan su hueco con calzador en un ya saturadísimo calendario. Más torneos y más partidos equivalen a más ingresos económicos y ningún gran agente internacional quiere perder la oportunidad de darle un mayor bocado al sobreexplotado fútbol.

¿Y qué piensan los futbolistas, al fin y al cabo los protagonistas del negocio, de este incremento sin aparente fin de su tiempo de trabajo? Tradicionalmente, han optado por no levantar mucho la voz, dado que ellos también se benefician económicamente (y no poco) de que el negocio no deje de multiplicarse: a más ingresos de los clubes y los organizadores, mejores salarios. Sin embargo, el hartazgo está empezando a calar en muchos de ellos, algo que hasta ahora tendían a verbalizar sus clubes y entrenadores. “Vamos a tener que pedir a FIFA y UEFA que amplíen el año a 400 días”, se quejó hace unos meses Pep Guardiola. Todo tiene un límite y el de las ampliaciones de los calendario parece estar llegando a su fin.

"Vamos a tener que pedir a FIFA y UEFA que amplíen el año a 400 días"

El mejor ejemplo, y uno de los más contundentes que se han escuchado de un futbolista de primer nivel, fue las declaraciones de Thibaut Courtois, portero de Bélgica y del Real Madrid, tras jugar el pasado domingo el partido por el tercer y cuarto puesto de la Liga de Naciones. “Solo lo jugamos porque significa dinero extra para la UEFA, jugamos demasiados partidos. Y ahora escuchas que se jugará un Mundial cada dos años. ¿Cuándo descansaremos? Nunca. ¡No somos robots! Son más y más partidos y menos descanso para nosotros y nadie se preocupa por nosotros. Al final nos vamos a lesionar todos. Tres semanas de vacaciones no son suficientes para que los jugadores puedan continuar durante 12 meses al más alto nivel. Si nunca decimos nada, será siempre lo mismo”.

"Son más y más partidos y menos descanso para nosotros y nadie se preocupa por nosotros"

Sin descanso

“Se está estirando el chicle. El calendario es el que es, pero cada vez meten más partidos, comprimen todo y hay menos descanso. Trabajamos activamente junto a FIFPro (el sindicato mundial de futbolistas) para que esos periodos de descanso se cumplan, pero también se suman factores como los viajes internacionales y los cambios horarios y eso lo hace todo aún más complicado”, protesta Diego Rivas, secretario general de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el principal sindicato español.

"Se está estirando el chicle, cada vez meten más partidos"

El de los viajes internacionales y los parones de selecciones es un problema recurrente al que los clubes asisten impotentes. Sobre la mesa ya está la idea de concentrar en un único mes de competición todos los partidos de selecciones nacionales que hasta ahora se distribuyen en cuatro ventanas (septiembre, octubre, noviembre y marzo). Una medida que revolucionaría el calendario y que podría perjudicar a los clubes con pocos internacionales, pero que reduciría los viajes, especialmente para los jugadores de otros continentes, y por tanto el cansancio y el riesgo que asumen los futbolistas.

Plaga de lesiones

En esta última ventana, al menos seis futbolistas de la Liga han regresado lesionados o tocados a sus clubes: los madridistas Hazard, Alaba y Militao; el atlético Giménez; y el céltico Tapia. También Ferran Torres, internacional español del Manchester City, causará baja durante al menos dos meses y medio, según anunció el viernes Guardiola, tras sufrir un problema físico a las órdenes de Luis Enrique. Una sobreexigencia que ha aumentado esta temporada, con varios parones en los que se juegan tres partidos en lugar de los dos habituales para recuperar las jornadas perdidas durante el confinamiento de la primera mitad de 2020, alterando la planificación física que los futbolistas siguen en sus clubes.

Eden Hazard no estará disponible para Ancelotti tras lesionarse con Bélgica. EFE

Precisamente FIFPro publicó hace unos días su informe anual sobre la carga de trabajo a la que están sometidos sus afiliados. Dadas las distorsiones que la pandemia ha causado sobre el calendario internacional, se fija la mirada en los tres últimos años. Las conclusiones son que la sobrecarga de esfuerzos se viene incrementando paulatinamente, sobre todo, y como resulta lógico, en los futbolistas de los clubes que disputan competiciones continentales y que además suele acudir con sus selecciones nacionales.

Según el informe, los jugadores disputan la mitad de los partidos sin que hayan pasado cinco días desde el anterior, el tiempo mínimo para una recuperación óptima, provocando que muchos de ellos hayan jugado dos tercios de sus encuentros sin ese margen de descanso. Se denuncia además que el 45% de los periodos de descanso entre temporadas no ha alcanzado los 28 días consecutivos recomendados y que en ocasiones esas vacaciones han quedado limitadas a 11 días.

Problemas de salud

Estos factores, según el análisis de FIFPro, han generado un incremento de riesgos para los futbolistas, como disrupciones del sueño, problemas de salud mental y, por supuesto, lesiones, si bien el informe no recoge datos concretos sobre estos apartados. “Esa información la manejan los clubes y pertenece a los propios jugadores, es privada, por lo que en muchos casos no se hace pública, de manera que es complicado conocerla al detalle. Nosotros tenemos un servicio de atención psicológica, pero lo habitual en que esas cuestiones se traten con los profesionales de los clubes”, apunta Rivas.

El informe también recoge algunos casos extremos. Rúben Dias, central del Manchester City, ha jugado 18.361 minutos en las tres últimas temporadas, lo que equivale a 204 partidos completos, 68 por curso. El delantero ruso Artem Dzyuba lleva tres años sin descansar por completo más de una semana seguida. Y se destaca el caso de Pedri, recientemente renovado por el Barça, que jugó entre septiembre de 2020 y agosto de 2021 78 partidos, estando solo en dos ocasiones 10 días o más sin vestirse de corto.

"Estamos a disposición de los futbolistas, pero si ellos quieren jugar..."

“Por convenio, los jugadores tienen que descansar durante 21 días consecutivos y desde el sindicato llevamos su cumplimiento a rajatabla. Ahora bien, aunque nosotros estamos a disposición de los futbolistas para que así sea, si ellos mismos quieren jugar o acortar sus vacaciones no podemos hacer nada”, señala Rivas. Y es precisamente eso, la disposición de los futbolistas a jugar tanto como puedan y se les pida, lo que ha permitido que el calendario se amplíe sin parar. Quizá eso empiece a cambiar pronto.