David Movilla, técnico del Zamora CF, destacó hoy en rueda de prensa tras la derrota de su equipo ante el Rayo Majadahonda que se siente “tranquilo” y está “convencido de que el Zamora estará el año que viene en Primera RFEF”, si bien entiende que ahora mismo “se vea todo un poco negro”. Además, no dudó en señalar que “el gol acabará por llegar”, y con ello, “también las victorias”.

El técnico vasco señaló que, “a diferencia de otros días, el rival arrancó mejor pero el equipo fue creciendo con el paso de los minutos” para ser claro merecedor de más premio que la derrota. Un resultado adverso que llegó “en una cobertura que no pudo hacer Jonmi al estar lesionado”. “Hay que lamentar su lesión, que parece grave, y fue además en la jugada previa al gol”, apuntó el técnico, señalando que fue “determinante” esta acción, “más allá de haber tenido ocasiones y no haber acertado”.

Movilla indicó que “aunque cualquier argumento en boca del perdedor suene a justificación”, la jugada de Jonmi vino a romper el buen partido rojiblanco ya que su rival “contó con esa ocasión del gol y poco más en la segunda mitad”, siendo la lesión del meta un factor clave para el 0-1.

Por otra parte, en cuanto a la falta de puntería que impidió al equipo remontar, el entrenador del Zamora CF señaló estar “convencido” de que el gol llegará. “Hemos hecho muchas cosas bien para marcar en las últimas jornadas pero los porteros rivales han impedido que el tanto llegara. Aun así, estoy convencido que el gol va a llegar y, cuando llegue, estoy seguro de que llegarán también las victorias”, comentó.

Sobre el peso de la derrota y su influencia en la estabilidad que Movilla indicó que necesita el equipo, el vasco no dudó en afirmar que “el resultado no ayuda” pero está “tranquilo”. “Estoy convencido de que el Zamora CF estará en la Primera RFEF la próxima temporada. Sé que ahora se ve todo muy negro pero no me cabe ninguna duda, por lo que me transmite el equipo, de que será así. El equipo no está muerto. Está herido, sí; pero ni mucho menos muerto. Da muestras de querer, de intentarlo y llegará un momento en el que los goles entren y los resultados serán otros”, aseguró. Mientras que, sobre si el club sigue confiando en él para sacar adelante la temporada, respondió que esa es una “pregunta para otros” y que por su parte, su persona está puesta en el equipo y desde su “convicción y mi experiencia, con 23 años entrenando en los que siempre que he acabado la temporada se han logrado los objetivos -a veces incluso superando el reto marcado-”, mantiene su convicción. “Estoy tranquilo y, entiendo que ahora todo se vea negro, pero con 93 puntos en juego estoy convencido de que el año que viene el Zamora estará en Primera RFEF”, concluyó.