El Zamora Enamora firmó su primera derrota en el Ángel Nieto y lo hizo dando buena imagen, sí, pero también evidenciando que tiene que trabajar para acabar de superar a rivales como Amenabar Zarautz. Un adversario que aprovechó la irregularidad local para forzar un desenlace igualado y terminar por sumar los dos puntos (27-28)

Tras unos primeros minutos de lanzamientos fallos en los que Mendieta exhibió sus dotes, Jortos pudo por fin poner por delante a los suyos desde los siete metros. Benjamín pudo ampliar diferencias pero, en lugar de eso, llegó el 1-1. Un marcador que se mantuvo durante los siguientes compases, con ambos porteros deteniendo las buenas ocasiones por parte de locales y visitantes, dando lugar a un intercambio de ataques infructuosos.

La dinámica la rompió el Amenabar Zarautz que, durante los siguientes compases, llevó la delantera en el electrónico. Eso sí, siempre que anotó encontró respuesta local. Primero Cubillas y luego Raúl Maide, devolvieron un empate que Jortos también selló tras la primera exclusión del partido para los visitantes (4-4, m. 10).

La superioridad pistacho no se tradujo en un dominio total del Zamora Enamora pero sí le permitió dar inicio a un parcial con el que recuperar la delantera en el luminoso. Un marcador que seguía reflejando gran igualdad antes de que entraran a pista los hombres de refresco.

La alternancia en el dominio del tanteo se alargó hasta el ecuador del primer acto, ahora con los vascos rompiendo cada igualada, hasta forzar el tiempo muerto de Iván López con el 8-10, mostrando un mejor tono que el cuadro de Viriato.

Urgía encontrar soluciones en ataque y un poco más de solvencia en la zaga. Para ello, el técnico movió un poco su equipo dando entrada a Nacho López y Andrés Pérez, que volvía a pista tras meses de lesión. Y los relevos respondieron con Jaime González y Maga anotando para lograr el empate (11-11, m. 22).

De nuevo enganchado a su rival, el Zamora Enamora siguió viendo puerta con relativa facilidad. El problema era que Amenabar Zarautz también, y llegaba por delante a la recta final del primer acto. Un tramo en el que la aportación de Guille y Nico Bono resultó fundamental para no perder comba en el tanteo. Y es que, la zaga local siguió haciendo aguas por su zona central, motivo por el que los visitantes alcanzaron el descanso con una mínima desventaja (16-17).

Con energías renovadas y una nueva apuesta en el 6-0, con hombres más rápidos. Y, si bien dio la sensación de dar un paso adelante a la hora de frenar las intenciones rivales, al Balonmano Zamora Enamora le costaba convertir sus contragolpes. De hecho, y pese a tener un par de oportunidades, no terminaba de romper el partido a su favor (20-20, m. 6). Ni siquiera con una superioridad numérica a su favor que, para colmo, los visitantes resolvieron con un parcial favorable para volver a ponerse por delante.

Con todo y con eso, el cuadro de Iván López se rehizo una vez más y se mantuvo siempre cerca de su rival, que había perdido por lesión al cañonero Aguirrezabalaga. Así, poco a poco, con más de un fallo en el lanzamiento y pese a las buenas paradas del meta rival, el Zamora Enamora no cejó en su empeño por ponerse por delante. Un objetivo que pareció escaparse cuando los visitantes rompieron el 23-24 que permaneció inalterable durante buena parte del segundo acto. 

Los pistacho estaban negados de cara a gol y eso estaba dejando sin efecto su buena defensa, pasando el tiempo a favor de un Amenabar Zarautz que jugaba sin precipitarse. Unas prisas que sí se dejaban notar el bando local pese al 25-25 que alcanzó a ocho minutos del final. Cada gol costaba un mundo y, para colmo, cada despiste se saldaba con ventaja para los visitantes.

En una dinámica de apuros y malas sensaciones ofensivas se entró en la recta final, con 25-26 en lo alto del Ángel Nieto y poco más de cinco minutos para la conclusión. Un tiempo que transcurrió bajo la misma dinámica, con los goles llegando lentamente y siempre dejando en ventaja a los visitantes, hasta jugar el cuadro de Viriato para empatar con solo cuarenta segundos por delante (27-28). Un agónico desenlace en el que la victoria acabó en manos de un Amenabar Zarautz cuyo portero detuvo el postrero intento de Jortos por sumar.