Tras estrenarse en casa con una holgada y vistosa victoria frente al SD Teucro (33-26) el Balonmano Zamora Enamora afronta con mucha energía el primero de los derbis regionales que disputará a lo largo de la primera fase de esta temporada en la División de Honor Plata. Una contienda que tendrá lugar en el mítico Polideportivo Príncipe de Asturias, hogar de un Villa de Aranda cuya misión este año es recuperar su plaza en la élite.

Nadie en el seno del conjunto pistacho espera una contienda sencilla hoy a partir de las 12.00 horas en terreno burgalés. De hecho, a lo largo de la semana, la plantilla zamorana ha dejado claro la complejidad que entraña medirse al recién descendido de la Liga Asobal, un equipo con muchos centímetros y talento que siempre ha tenido gran fortaleza cuando ejerce de anfitrión.

“Tenemos que realizar el encuentro perfecto”, aseguraba antes del encuentro Iván López, técnico de un Balonmano Zamora Enamora consciente de las dificultades que encontrará hoy en Aranda de Duero. Y es que, a los “Guerreros de Viriato” les espera un equipo diseñado para ascender con nombres clásicos como los de Víctor Megías, Nicolás López o Luis de Vega y refuerzos de lujo como los de Diego Cadelo o Miguel Miralles. Dos de los muchos nombres que ha sumado el pasado verano un Villa de Aranda que sigue bajo la dirección de Alberto Suárez.

Los burgaleses arrancaron la liga con una derrota frente al BM Guadalajara (24-22), mostrando quizá cierta falta de coordinación y de cohesión que el Balonmano Zamora Enamora, un equipo mucho más formado, podría tratar de explotar hoy. Sin embargo, el cuadro burgalés está plagado de talento y, con el factor cancha en su favor, quizá sea menos descuidado y cometa menos errores tras sufrir su primer tropiezo liguero.

Con envergadura y un siete cuyo nivel no varía mucho en las rotaciones, el rival de los zamoranos supone todo un desafío. Un reto que los pistacho tratarán de apoyar apoyándose en el colectivo y tratando de sacar ventaja de su variedad ofensiva. Un recurso que se verá mermado debido a las dos importantes bajas con las que afronta el encuentro.

Luis Horcajada no estará frente al Villa de Aranda, siendo baja obligada debido al edema óseo y esguince del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que sufrió en el primer partido de liga. Una lesión que le apartará de las pistas durante tres semanas, tiempo de reposo mucho más corto que el que le aguarda al argentino Joaquín Aravena, cuya ausencia se alargará hasta la próxima campaña tras sufrir la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.

El rayo de esperanza lo pone la posible vuelta de Andrés Pérez, pendiente del alta médica para volver a aportar en la primera línea zamorana.