El BM Zamora Enamora sufrió para mantener la categoría el pasado curso, mucho más que en otras ocasiones. Una realidad motivada por diferentes hechos, si bien uno de los más poderosos nace de la ausencia de una de las piezas más importantes en el cuadro de Viriato. Su “Guerrero Nº8”, su hinchada.

Imagen de la grada en uno de los últimos partidos del Balonmano Zamora en casa. |

Durante muchos partidos, los jugadores del plantel zamorano anotaron goles que no levantaron del asiento a nadie, realizaron paradas que no arrancaron salva de aplausos alguna. No hubo cánticos, no hubo celebración tras cada victoria. Al Zamora Enamora le faltaba un pedazo, en el corazón, y sin él no pudo ser capaz de esforzarse al máximo ni mostrar su identidad combativa.

Por ello, y porque ese mismo bloque de jugadores se mantiene prácticamente al completo para defender los colores zamoranos, en el vestuario pistacho esperan que el gran fichaje de esta temporada no sea ni Bono ni Illesca. Que el refuerzo que haga volver al mejor BM Zamora Enamora sea su afición. Un aliado que convierta el Ángel Nieto en una “olla a presión”, y con el que -como reza la campaña de captación de socios del club este año- pueda reencontrarse y verse cara a cara para volver a compartir emociones.

Tanto el equipo como la entidad pistacho están deseando iniciar la competición con las puertas del pabellón abiertas, aunque no sea para dejar entrar de par en par a la hinchada cada sábado que haya partido en casa. Todos en el BM Zamora Enamora saben que la pandemia todavía no ha acabado y, apelando a la responsabilidad individual de cada uno de sus socios y simpatizantes, aspira a volver a ser ejemplo del respeto por la normativa sanitaria vigente. De ganar asientos en la grada “partido a partido”, entre todos; como siempre se han sumado los puntos en cada temporada. “Ir remando” para “salir del barro”, como tantas veces se dijo en las entrañas del Ángel Nieto, hasta que la pandemia se vea superada y vencida. Hasta que regrese la normalidad y, con ella, el “Guerrero Nº8”. El fichaje más deseado y la pieza imprescindible del equipo, el jugador al que todos quieren ver rendir de nuevo al 100%.