La memoria de Agustín Villar, ocho años ya este verano sin el eterno capitán rojiblanco, merece ser homenajeada siempre. Y dos de sus exequipos, Guijuelo y Zamora, lo hicieron en un encuentro siempre especial, con su sonrisa, su calidad humana y futbolística, siempre en el recuerdo.

El resultado era casi lo de menos, y el triunfo se lo acabó llevando el Zamora gracias a una tempranera diana de Losada. Los de Movilla fueron de más a menos durante el encuentro, convenciendo de salida y mostrando su superioridad, pero el Gujijuelo fue de menos a más y en el segundo periodo se mereció cuando menos el empate. Pero lo importante en el Luis Ramos era honrar la memoria de un capitán siempre presente.

Arrancaba el encuentro con un once del Zamora donde sólo Pedro Astray repetía en relación al estreno liguero frente al Bilbao Athletic, y con la novedad de ver al último fichaje, Carlos Cordero, en el carril izquierdo de la defensa. Garantía de Mareo el veloz zaguero extremeño.

Los menos habituales se veían las caras con una escuadra chacinera hace pocos meses en la misma pugna que los zamoranos y ahora dos categorías por debajo, lo que se dejó notar desde el primer compás. El conjunto de Movilla imponía su ley en la zona medular tocando bien y abriendo a las bandas, y así la primera oportunidad clara de la tarde la llevaba Losada al fondo de las mallas, ocho minutos y el Zamora por delante. El gol llegó tras un disparo desde la frontal que el meta salmantino Johan no pudo blocar y Mario Losada, el más listo de la clase, llegaba el primero al rechace para fusilar desde cerca el primer y a la postre único gol de la tarde.

Jugaban con comodidad los rojiblancos mientras el conjunto local trataba de suplir con coraje su inferioridad técnica, acrecentadas además las desgracias chacineras con la lesión de Jorge Pesca, llamado a ser una de las referencias del equipo en el centro de la defensa, entrando Adri en su lugar.

Julián Luque, muy motivado por jugar de salida y por hacerlo además en la que fue su casa durante bastantes temporadas, era el primer amonestado del encuentro por su fogosidad, y el Guijuelo llegaba por primera vez con peligro ante la meta de Jonvi con un disparo de Álex Caramelo por el perfil izquierdo que se marchaba desviado por poco.

Con los locales crecidos y pisando más el campo del Zamora, se llegaba al tiempo de descanso y se conocía que Mario Sánchez, técnico del Guijuelo, perdía a un jugador importante en este último día del mercado de fichajes, ya que el mediocampista Deco era anunciado como nuevo jugador del Coria extremeño, en la Segunda RFEF. También se conocía que el encuentro en el campo del DUX Inter, finalmente y ante la falta de luz en las instalaciones del club madrileño (Primera RFEF, no lo olvidemos) se adelantaba oficialmente una hora, el sábado a las 18:30 de la tarde.

Arrancaba la segunda mitad con el clásico aluvión de sustituciones en esta clase de encuentro y con parámetros similares de juego, el Zamora tratando de tocar con verticalidad en la zona ancha y buscando la movilidad de sus puntas, mientras el Guijuelo buscaba ataques más directos. El mediocentro Álex Lorenzo tenía una oportunidad para los salmantinos pero su disparo se iba al lateral de la red, mientras una buena percusión de Jorge Fernández no encontraba rematador en el ataque del Zamora.

Poco después, la buena llegada del Guijuelo al área visitante acababa en un peligroso remate del recién entrado Alejandro Peralvo, que obligaba a una segura intervención de Jonvi, el meta vasco que recuperaba en ele Luis Ramos su titularidad bajo los palos del conjunto rojiblanco.

El Zamora casi no daba señales de vida en su juego de ataque y los locales se crecían, buscando un empate de prestigio. Alvarito González, otro de los entrados al terreno de juego en la reanudación, malograba una sensacional opción de gol con un mal disparo después de una gran jugada personal, donde dejó atrás a dos defensores del conjunto del Ruta de la Plata.

A medida que pasaban los minutos el cansancio se iba dejando notar en las dos escuadras a la altura de la temporada en la que nos encontramos. El Zamora buscaba un cero a dos para sentenciar el encuentro, pero no acababa de hallar el último pase entre líneas. Y es que los zamoranos, con muchos de los jugadores que debutaron en Liga como titulares el pasado fin de semana entrando en la segunda parte, contemporizaron en exceso con un bloque medio-bajo.

Por su parte, los chacineros eran todo entusiasmo en pos de la igualada pero con un juego no exento de calidad y que les ubica, a priori, entre los favoritos del grupo VIII de la nueva Tercera RFEF. Alvarito era una pesadilla para la defensa visitante moviéndose por todo el frente de ataque, habilitando a Peli a seis minutos del final para que su dispara encontrara la buena intervención del meta zamorano.

En los compases finales de la contienda lo siguió intentando con muchas ganas el conjunto de Mario Sánchez, pero la defensa del Zamora respondió a las mil maravillas hasta asegurar con el silbato final el triunfo en esta nueva edición del Memorial Agustín Villar. Va por ti, capitán.