El fútbol es pasión y sentimiento pero, para desgracia de la mayoría, el fútbol también tiene su lado oscuro, aunque los tiempos avanzan, cada vez es más habitual acudir a un estadio de fútbol y ejercer de jueces contra la máxima autoridad dentro del rectángulo de juego.

El deporte progresa hacia su modernización, sin embargo, todavía perduran episodios de insultos y todo tipo de vejaciones hacia los árbitros, más propios de tiempos pasados que de la actualidad que vivimos, quizá lo peor es la normalización de este tipo de situaciones y que las personas que lo realizan se escuden en la firme creencia de que forman parte del entorno futbolístico.

Sinvergüenza, ladrón, eres muy malo… Son algunas de las lindezas que tienen que escuchar los colegiados en los campos de fútbol cada fin de semana.

Carlos Pérez y Jesús Rodrigo, árbitros zamoranos, afirman que viven este tipo de episodios en prácticamente todos los partidos, “por desgracia es algo que vivimos habitualmente, tenemos mucho que avanzar en ese sentido, no ya como aficionados sino como sociedad” afirma Carlos.

Rodrigo, árbitro asistente y con la grada a escasos metros es uno de los que peor parte se llevan durante los noventa minutos, aunque el nivel de concentración es tan alto, que la mayoría de ocasiones no se dan ni cuenta “tienes detrás a los aficionados gritando, pero estás en el partido, te concentras tanto en las acciones de juego y estás en conversación continua con el árbitro que no te percatas de lo que dicen”, explica el zamorano.

Ambos creen que hay mucho por mejorar todavía, “todavía hay mucho desconocimiento de las reglas por parte del aficionado, en los últimos años se está avanzando mucho en esta materia y cada vez hay más comprensión”.

Carlos (centro) y Jesús (derecha), antes de un partido. | Cedida

También explican que, en general, el mundo del fútbol no se asume que un árbitro tenga errores, “estamos aprendiendo constantemente, para poder llegar al fútbol profesional te tienes que haber equivocado muchas veces, en eso consiste aprender y creo que los aficionados no lo entienden” declara Jesús.

Los zamoranos empezaron a arbitrar desde una edad temprana y, a día de hoy, entre los dos suman 35 años de experiencia en los terrenos de juego. Una veteranía que no parará de crecer, el presente curso ascendían a la Primera RFEF y se encontrarán entre los mejores árbitros a nivel nacional. El nuevo formato para el fútbol federativo no solo pretende mejorar la situación de los clubes modestos, el cambio también pretende amparar en un marco más profesional a los jueces en el verde. En este sentido, los colegiados zamoranos admiten que es una oportunidad muy grande y que la presente temporada será un atractivo porque la exigencia será mayor.

Asimismo, aunque este cambio en las ligas permite reforzar la figura del colegiado, queda mucho por avanzar en las categorías inferiores, en este sentido, Jesús y Carlos afirman que, “aquellos árbitros de provincial y regional tienen mucho más mérito que los árbitros de primera y segunda. Nosotros tenemos una seguridad detrás, ellos no tienen nada” declaran. Aún queda mucho por avanzar para mejorar su situación a nivel nacional. Actualmente, ninguno puede vivir de arbitrar los fines de semana y cada uno tiene un trabajo que pueda permitir cierta estabilidad económica.

Otro de los problemas es la inminente falta de personas jóvenes que se decidan por el arbitraje, Carlos y Jesús apelan directamente a la gente de Zamora para que se apunten a las jornadas de captación explicando que “ser árbitro es una forma distinta de ver el fútbol igual de apasionante” concluyen.