Era el detalle que faltaba por conocer y por fin, se desveló.

En un acto celebrado en la Fundación Rei Afonso Henriques, el Zamora CF daba a conocer sus nuevas equipaciones para la temporada 2021-22. Varios jugadores del primer equipo, canteranos y futbolistas del Zamora Amigos del Duero desfilaron como verdaderos modelos luciendo todos los uniformes con los que competirán los próximos meses, incluida la ropa de paseo.

Durante toda la pretemporada, el primer equipo ha disputado sus encuentros con el tercer uniforme, blanco con los detalles del patrocinio en negro, pero ya con el inicio de la Liga regular a la vuelta de la esquina, el club tiene todo preparado. Manteniendo, como no puede ser de otro modo, el rojo y blanco tradicional, la camiseta presenta cambios con una mayor nitidez en las franjas verticales, y cambios en la zona de la espalda que pasa del monocolor del último curso donde predominaba el rojo a, de nuevo, apostar por el rojiblanco, que es el binomio que siempre ha acompañado al uniforme.

La segunda equipación para este estreno en Primera RFEF será de nuevo negra con los detalles en dorado, además de hacer un guiño a la capital con un mapa de la ciudad en la parte delantera.

Astray muestra la segunda equipación. | J. L. F.

Las camisetas ya están a la venta en la tienda del club, en la plaza de Castilla y León para todos los aficionados que quieran hacerse con una. Fueron los grandes anuncios de una noche que contó con la presencia del máximo responsable del Zamora CF, Víctor de Aldama, quien se mostró ilusionado por esta nueva etapa en la que volverán a crear un grupo unido, una familia, guiada por David Movilla. “Necesitamos a la gente en el campo para que sea el jugador número 12”.

Los jugadores posan en el escenario con las nuevas equipaciones. | J. L. F.

El acto estuvo amenizado por una actuación de Luis Pedraza que entonó el himno del Zamora con flauta y tamboril, y se cerró con la versión de “Despacito” que el grupo Rumbolea hizo adaptada para el equipo hace un par de años y que se convirtió en un grito de guerra en el vestuario zamorano.