Diego Hernández, conocido deportivamente como “Dieguito”, es una de las 14 caras nuevas que hay en el vestuario del Zamora CF. Al igual que sus compañeros, le ha tocado acoplarse a un nuevo sistema y a una nueva dinámica. El balance hasta el momento es muy positivo y su objetivo claro: “quiero volver a ser aquel Diego que disfrutaba con el fútbol”.

—¿Qué tal se ha desarrollado la pretemporada?

—La verdad es que bastante bien, muy contento con los primeros días y las primeras impresiones con mis compañeros.

—¿Qué sensaciones tienen?

—Nos veo como que la cabeza quiere, pero las piernas no responden. Fueron unas semanas con mucha carga de trabajo, muy duras y es normal. En la última semana la carga va bajando para afrontar lo que queda de pretemporada y coger ritmo de cara al primer partido de liga que es el que vale. Esto al final es una preparación, los puntos están el día 29 contra el Bilbao. Estas semanas nos valdrán para coger esa chispa que todavía no tenemos.

—Para el aficionado rojiblanco, ¿quién es Dieguito?

—A nivel personal es un niño con los pies en el suelo, aunque la gente no me vea así. Soy una persona humilde, he tenido años difíciles, pero siempre he querido salir hacia delante porque tengo claro cuál es mi sueño. Muy solidario, alegre. En lo deportivo, un chico con garra, que trabaja cada balón e intenta ayudar con goles. Trabajo, potencia y velocidad. También soy un jugador que le gusta mucho sentir a la grada, necesito esa retroalimentación.

—¿En qué momento futbolístico se encuentra?

—Me atrevería a decir que en la mejor. Tengo muchísimas ganas de demostrar e ilusión después de momentos malos que he pasado. Después de pasar momentos muy malos. He pasado por momentos difíciles, pierdes la ilusión y la confianza en ti mismo. Perdí esas ganas por el fútbol. Me gustaría reencontrarme con aquel Diego de 12 años que disfrutaba con el fútbol, era feliz, lo hacía bien y llegaba a casa satisfecho.

—¿Zamora puede ser el lugar dónde vuelva esa versión?

—Sí, fue mi primera opción. Si te digo la verdad no me lo esperaba, el año pasado no conté con los minutos que me hubiese gustado y que el Zamora se interesara por mí fue algo inesperado. Como institución, como club, como ciudad, Zamora es diferente. El crecimiento en estos años ha sido brutal, hablé con gente que conozco, Juanan, Coque, me dijeron lo que había y no me dejaron más opción que firmar. Para los jóvenes es un lugar idóneo, en el día a día ves que el club va creciendo.

—Me han dicho que hay más de un rojiblanco en la familia.

—Sí, mi padre estuvo jugando aquí, coincidió con nuestro delegado de campo, cuando jugaron juntos era entonces su capitán y me lo recuerda cada vez que me ve. Desde que le conté a mi padre que Zamora era una opción me decía que firmara ya, está súper contento e ilusionado. Parece que sigo sus pasos, primero fue en el Salamanca y ahora el Zamora, siempre ha sido un referente y lo será, me puso una pelota entre los pies cuando era pequeño y prácticamente soy la persona que soy gracias a él

—¿Qué objetivos se marca para esta temporada?

—Sin duda ser feliz volviendo a competir al máximo nivel, intentar disputar los máximos minutos posibles y marcar goles para ayudar al equipo. A nivel colectivo, mínimo repetir lo de la temporada pasada. Se habla en el vestuario, lo que han vivido en Badajoz fue bastante bonito, aquí se recuerda como la mejor derrota de sus vidas y si tú tienes recuerdas algo así es porque hay algo mágico. Ojalá este año se pueda repetir, pero con distinto resultado.

—¿Cómo ven la nueva categoría?, ¿es un salto de calidad para vosotros como futbolistas?

—Por supuesto, están los 40 mejores equipos del panorama nacional. Si a eso le sumas que vuelve más afición al estadio, puede ser un año muy bonito. La categoría la han hecho para profesionalizar nuestro trabajo, eso quiero creer.

–¿Cuáles son los principales rivales a batir?

–Supongo que ellos mismos se considerarán los favoritos, Deportivo, Racing de Santander, los filiales, quizá el Badajoz de nuevo. Hay muchos clubes grandes, cada fin de semana será una batalla.

—Primera prueba de fuego contra el Bilbao Athletic.

—Sin duda será uno de los rivales más difíciles de la categoría, es un filial que peleará por subir a Segunda. No sé si es mejor cogerlos ahora o a mitad de temporada. Venga lo que venga, creo que lo que nos ha inculcado el míster, ese sentimiento, esa competitividad, vamos a ponerle cara a todos los equipos. El que venga al Ruta que lo pasará mal.