Luis Posado, guardameta durante muchísimas campañas del Balonmano Zamora, anunció hoy en las redes sociales su despedida del deporte de su vida. El cancerbero pistacho, canterano del club de su ciudad desde pequeño y uno de sus grandes héroes en los años más gloriosos del pasado reciente, puso final a su carrera deportiva en el 40x20 con una emotiva carta de despedida en la que quiso acordarse de todos los motivos que le llevaron a ser figura imprescindible en los "Guerreros de Viriato" y de todos los compañeros y amigos que tuvo en su vestuario, así como los que ganó cuando vistió la elástica de un BM Salamanca al que elevó de categoría con una parada salvadora en su última fase de ascenso. Intervención habitual en él cuando el partido así lo demandaba.

Estas son las palabras de despedida que ha publicado el portero en sus redes sociales:

Querido balonmano...

Recuerdo el día en el que Andrés llegó al colegio con un balón naranja que le habían comprado sus padres en Madrid. En aquella época, con ocho años, ninguno era capaz de agarrar bien aquella bola pero los recreos se convirtieron en auténticos parteidos en los que cada uno elegíamos a un jugador: Barrufet, Iker Romero, Talant, Rolando Uríos...

Al año siguiente nos apuntamos al Club Balonmano Zamora, con el primer equipo estando en división autonómica, y nuestros héroes empezaron a ser Jortos, Octavio, Iñaki, Peli, Bolly, Fer, Guille, Sandín, Juanje...

Parece que llegaste para quedarte. Verano tras verano, al volver del pueblo empezaban los entrenamientos, alevines, infantiles, cadetes, juveniles... Cuántas horas habremos echado en el Manuel Camba, el pabellón azul, el CEI y, en estos últimos años, en el Ángel Nieto.

Siempre recordaré mi primer viaje con el primer equipo, con 15 años, a Vigo en 2011 para jugar contra BM Lavadores. Mario había hecho un partidazo en la portería y Edu me sacó los últimos cinco minutos. Me metieron todo lo que me tiraron pero nadie me dijo nada, yo era el más feliz en la vuelta a Zamora, agradecido de que la gente a la que llevaba años animando en la grada me hiciera sentir dentro del equipo.

El Balonmano Zamora se clasifica para el play-off de ascenso a División de Honor Plata Emilio Fraile

Luego vinieron años mágicos. Aquel ascenso a Plata en Soria, el ascenso a Asobal en Santander, aquel año en ASOBAL con operación de hombro incluida, el año en Salamanca con ascenso a Primera y cuatro años más en Zamora con un nuevo ascenso a ASOBAL. En total, ocho años viajando por España, compartieron vivencias con compañeros, entrenadores y directivos...

Pero te quiero pedir perdón balonmano porque he sido muy injusto contigo. Cuando hubo momentos difíciles lo fácil fue echarte la culpa a tí, la culpa de quitarme tiempo, de no cumplir obligaciones, de no estar en cosas importantes... Y cuando las cosas volvieron a ir bien me di cuenta de que ahí seguías estando, que nunca te habías ido y me di cuenta de que, quizá, tú no eras el culpable y sí la salvación. Y cuando estuve enfadado, lo pagué con quien menos lo merecía, así que tanto a tí balonmano como a todos aquellos a los que en estos años les haya dedicado una mala palabra, mis más sinceras disculpas.

Es el momento de decirte hasta luego, quizá algún día nos volvamos a ver, pero de otra manera. Gracias por tanto.

Eternamente agradecido también a todas aquellas personas con las que, en estos años, he compartido momentos buenos y malos, en especial a mi amigo Andrés Pérez, compañero de vida desde los 3 años de edad y con el que he tenido la suerte de poder recorrer gran parte de este camino de la mano. A mis amigos Guille, Fer, Jortos, Octavo, Iñaki, Sandín, Miguel Camino, Peli y Carletes por integrarme en el primer equipo y haberme dado tan buen trato durante todos estos años.

Luis Posado con Carlos Calle, en la segunda temporada del meta en ASOBAL José Luis Fernández

A compañeros con los que compartí tanto años, Facundo Cangiani, Adrián Prieto, Gastón Mouriño, Ramiro Martínez, Ander Iriarte, Jaime González, Sergio Sarasola, Marc Abalós, Andrés Alonso, Sebas Ceballos, Diego Reyes, Esteban Salinas y todos los demás, por el aprecio que os tengo y todo lo que he podido aprender de vosotros, que no ha sido poco.

A los canteranos de Zamora, Raúl Maide y Miguel Magariño, que son el futuro.

A los compañeros de Salamanca, Fran Abajo, Aitor, Carranza, Miguel Álvarez, Sergio Muriel, Santi Álvarez, Charly Prieto y todos los demás, por aquel año mágico que sigue resonando en nuestras cabezas. En especial, agradecido a Sebastián Elena, un hombre de otra pasta, de los que no quedan...

Luis Posado y Alberto Miranda Cedida

A todos los porteros con los que he podido aprender, desde Catanas, Óscar, Bolly, Mario, Leo Maciel, Javier Sánchez y, en los últimos años, Carlos Calle (fuerte abrazo), Felipe Barrientos, un ejemplo, y un amigo y en parte "padre", Alberto Miranda.

A mis entrenadores, a Riki Margareto, mi primer entrenador en el primer año en el colegio y en el último como jugador; a Edu García, por dejarme formar parte de unos años mágicos; a Leo Álvarez; a Alberto Martín, eternamente agradecido por aquel año en Salamanca; a Diego Vieira y a Borja Arnedillo, más que un amigo.

A los directivos de Zamora y Salamanca, entre ellos Quintana, Arcel, Nano, Agustín y Manolo, por permitir con su esfuerzo desinteresado ya no que haya balonmano, sino que haya tantos niños y niñas pudiendo disfrutar y aprender de los valores de este deporte. Ojalá algún día se reconozca lo que habeís hecho.

Posado, en la grada con otros canteranos. José Luis Fernández

A todos los rivales a los que alguna vez me enfrenté y a todos los árbitros con los que coincidí estos años, gracias.

Al Dr. Jorge Valdés Moreno, por su inestimable ayuda.

Y por último, a aquellos niños (hoy hombres) con los que empecé a jugar a esto y con los que crecí...

Andrés, Mario, Escudé, Kike, Ricardo, Marcos, Zaki, Salva, Aleix, Fuentes, Galán, Catanas, Apellániz, Óscar, Davicín, Rafa y Dela.