Con una industria mundial a su alrededor que mueve cientos y cientos de millones de euros, la pesca del Black Bass es una de las actividades deportivas con más auge en Portugal. El país vecino cuenta con los espacios y recursos necesarios para potenciar esta especialidad y por ello, en los últimos años, las competiciones de Norbass en territorio luso son incluidas dentro de las de mayor prestigio en Europa. Citas en las que, por lo general, los vencedores y participantes más destacados son pescadores locales. Al menos hasta la irrupción de Pablo Peláez, un talento zamorano que durante este curso está sorprendiendo a todos con su desempeño en el “Circuito Margem 2021”.

Con la pesca presente en su vida desde muy niño, este Sargento del Ejército del Aire llegó hace relativamente poco al mundo del Black Bass. Apenas cinco años lleva dedicándose a la captura de la perca americana y, desde luego, su evolución no ha dejado a nadie indiferente, siendo su última hazaña la de situarse entre los diez mejores de la clasificación general de la competición lusa tras la disputa de las tres primeras pruebas y encarar su recta final con opciones de alcanzar el podio.

Pablo Peláez posa con sus dos compañeros zamoranos en el “Circuito Margem 2021” Cedida

“Empecé en esta pesca gracias a Carlos Martín en unos cursos que se hicieron en Zamora. El Black Bass me atrajo al instante y, aunque no lo había practicado mucho porque nuestras cercanías no dan para ello, de su mano comencé a acudir a citas en Portugal y Extremadura, donde he ido aprendiendo de él y mejorando cada día”, señala Peláez, al que los torneos de pesca no le eran ajenos antes de deslumbrar en territorio. No hace mucho, este zamorano de 32 años se coronó campeón de Castilla y León en otra modalidad y acudió a un Campeonato de España con el combinado regional, finalizando ese evento a las puertas del podio.

Sin embargo, y aunque esté firmando una temporada brillante, Pablo no tiene ahora mismo los trofeos como su principal pretensión. Y menos en el “Circuito Margem 2021”, en el que toma parte como invitado junto al resto de sus amigos zamoranos. “Ganar o conseguir buenos resultados hace que te entre más ilusión”, reconoce, aunque su meta sigue siendo “desarrollar un plan de pesca y ponerlo en práctica con buenos resultados” cada jornada.

Quizá, ese interés por superarse a sí mismo y ganar conocimientos es el que ha llevado a Pablo Peláez a estar entre los mejores ahora mismo en el circuito portugués, donde pasó a ser una figura importante hace apenas un mes cuando logró imponerse en la primera de las cinco citas que conforman el campeonato de Norbass.

El pescador zamorano muestra una captura desde su “pato”. Cedida

“Aquello fue increíble. Con la suspensión de la anterior edición por el COVID, llevábamos mucho tiempo sin poder ir allí y nos presentamos a ciegas, sin poder entrenar nada. Era una situación que beneficiaba mucho a los pescadores locales pero, al final, y tras una mañana algo dura, conseguí sacar dos peces y ponerme primero de aquella prueba...”, recuerda Peláez, asegurando que ese momento “fue de película”.

El pescador zamorano confiesa que, aquel día como tantos otros, su objetivo era divertirse y disfrutar del evento junto al resto de pescadores. “La gente es increíble, tienen mucho nivel pero te tratan como uno más. Nosotros somos sus invitados y, por ello, aunque haya rivales en la zona que queramos ocupar, nos vamos a otro sitio”, explica Peláez, añadiendo: “aquel día ocurrió exactamente eso y, mientras allí se sacaron varios peces, nosotros fuimos a una zona castigada por el exceso de participantes. Restaba una hora y no habíamos sacado nada, pero tampoco importaba mucho”. Sin embargo, la experiencia de sus compañeros y su pericia cambió el rumbo de la mañana, convirtiéndola en un bello recuerdo para él y sus amigos. “En esa situación, los minutos pasan y sabes que la tempera del agua sube, el pez se asusta cada vez más, se aleja de la orilla pero y se hace muy complicado que pique. El ánimo va bajando y debes pensar en seguir intentándolo, en cambiar el plan y eso hicimos”, comenta el zamorano, que “en aquel momento decidimos probar otra cosa y, en los dos siguientes lances, hubo suerte”. Dos intentos y dos peces para este militar que, corriendo a toda prisa para pesar y devolver al agua su captura, consiguió el primer puesto sobre la bocina

El triunfo fue una sorpresa para Pablo Peláez, incapaz de olvidar tanto “el kilómetro a la carrera con todos los utensilios para llegar al pesaje y ponerme primero por los pelos” como “la reacción del resto de competidores” de Norbass. “Conocía a cerca de quince de los sesenta participantes de aquel día pero, al terminar la entrega de trofeos, todos se acercaron a darme la enhorabuena. Hasta los más jóvenes, acompañados por sus padres... me impactó, porque en competiciones nacionales en las que tomé parte eso nunca lo había visto”, señala el zamorano que, como buen invitado, renunció a parte de su premio en beneficio de la escuela de pescadores de Norbass. Un gesto que ya es tradición por parte de la expedición zamorana, que donó en esta ocasión la caña valorada en 200 euros que acompañaba al trofeo de campeón.

Pablo Peláez recibe el trofeo de campeón de la primera prueba del Circuito Margem de Norbass Cedida

La gloria que Peláez alcanzó el pasado mes no ha cambiado su perspectiva sobre la pesca del Black Bass o sobre un “Circuito Margem 2021”, aunque desde aquel día es consciente de sus muchas opciones de subir al podio al término de la competición, de la que restan dos pruebas.

“Los resultados te incentivan para seguir buscando planes de pesca que funcionen, que es lo realmente divertido y donde el pescador invierte más tiempo”, comenta el zamorano que, aquel día, comenzó a trazar su estrategia para una segunda jornada desarrollada bajo la modalidad de pato en la que terminó siendo tercero con una captura de 1.780 gramos. Otro resultado que, como el décimo lugar firmado ayer en la tercera de las citas del circuito luso, le mantienen arriba en la clasificación general. Una tabla en la que ocupa el sexto puesto con 3,130 kilos en capturas, a poco más de kilo y medio del líder Rodrigo Caetano.

“Puedes tener un señuelo muy bueno y un buen plan pero no te va a funcionar todos los días. El triunfo para nosotros está en tener éxito con todo lo hecho en casa pero, también en saber cambiar sobre la marcha cuando es necesario”, comenta este militar, apostillando: “La pesca no es llegar y hacer lances, a ver qué pasa. Para nosotros leer, ver montajes y estudiar señuelos es como entrenar para los futbolistas, aunque lo preferible es poder practicar en el agua, aunque a veces no resulte fácil”.

Para Peláez, que empezó pescando trucha, esa realidad hace que el Black Bass se haya convertido en una modalidad que requiere de cierto espíritu por parte del deportista para “engancharse”, más que del coste de un material que puede ir del coste más básico y reducido a la mochila de más de ocho kilos con 300 señuelos que lleva a la competición. “Si te gusta la pesca, tienes constancia y, por uno o dos días malos, no te vienes abajo en tus primeras experiencias, te encantará el Black Bass”, garantiza este talentoso pescador de raíces alistanas que deslumbra en Portugal y cuyo porvenir se presenta prometedor pues, cuando los peces no pican, él ya está deseando volver a echar la caña.

Carlos Martín González, con la pieza que pescó ayer. | Cedida

Carlos Martín, su mentor, también sube al podio

El “Circuito Margem 2021” está teniendo un marcado acento zamorano. Y es que, a mayores de la victoria de Pablo Peláez en la primera jornada del pasado mes de junio y su tercer puesto en la segunda cita desarrollada sobre pato, su compañero Carlos Martín González consiguió alargar ayer la racha de podios de nuestra provincia con un fantástico tercer puesto en la “Prova Fishisco Pesca”, tercera fecha del campeonato luso. Martín, todo un veterano en la competición lusa donde es considerado uno de los hombres de referencia por su dominio de las técnicas de pesca, finesse y desanzuelo, es todo un especialista en Black Bass y disfruta mucho aportando su experiencia al resto de compañeros, incluyendo al joven Peláez, al que trata de enseñar todos los conocimientos que su exhaustivo estudio le ha otorgado. “Pablo es un gran pescador, se ha interesado mucho en formarse y saber de Black Bass, ahora solo le falta más experiencia. Es humilde y muy trabajador, está aprendiendo a leer el agua y eso es lo que diferencia a los grandes pescadores”, destaca Carlos sobre Pablo, uno de los grandes talentos de la provincia. “Zamora es puntera en pesca, ahí están también las figuras de ciprínidos. Es una lástima que no se apoye más a este deporte y su entorno”, señala el hábil pescador.