Adriana Cerezo Iglesias le ha dado al deporte zamorano su primera medalla en los Juegos de Tokio ya que la luchadora española desciende de la localidad de Fuentespreadas, de donde es natural su madre Mar Iglesias. Adriana Cerezo tuvo como dificilísima rival en la final a la doble campeona del mundo, la tailandesa Panipak Wongpattanakit ante la que terminó cediendo por un apretadísio 11-10. Panipak Wongpattanakit le dio la vuelta al marcador en el segundo asalto con una patada a la cabeza de la española, pero Adriana Cerezo se recuperó rápidamente y con otra patada al peto consiguió llegar a los segundos finales del combate por dealnte con 9-10. Pero la desgracia se cebó cobn la zamorana, vigente campeona de Europa, que recibió una patada al peto de su rival cuando tan sólo quedaban ya diez segundos para el final y ya no pudo evitar el 11-10 final.

Adriana Cerezo Iglesias se coló en la final de la categoría de hasta 49 kilos en los Juegos de Tokio al derrotar a la turca Rukiye Yildirim y se aseguró la plata en su debut olímpico. Cerezo abrió el marcador con una patada en la cabeza y presionó con golpes y patadas al cuerpo sin dejar que las penalizaciones mutuas la distrajeran, para alzarse con una victoria de 39 a 19 en su camino hacia lo más alto del podio. La vigente campeona de Europa, gran esperanza del equipo español, disputó la final contra la tailandesa Panipak Wongpattanakit, que envió a la lucha por el bronce a la japonesa Miyu Yamada.

Cerezo Iglesias, de tan solo 17 años, dejó claras sus opciones de alzarse con el oro y avanzó implacable ante la número dos del mundo, la serbia Tijana Bogdanovic (12-4), y la china Wu Jingyu (33-2).