Álvaro Lobato se ha recuperado definitivamente de la aparatosa caída que sufrió en 2019 y que le dejó dos años fuera de competición, 37 huesos fracturados y movilidad reducida en ambas muñecas. El ciclista de Benavente lleva un 2021 espléndido con 5 victorias y 9 subidas al pódium.

En el Trofeo San José y en el Trofeo Ayuntamiento de Zamora, celebrados este julio, llegó a la meta como el mejor corredor zamorano quedando entre los veinte primeros. Vigésimo puesto a tan solo 6 segundos de los primeros clasificados, y sin equipo. Demostró que tiene nivel y potencial para poder destacar en el ciclismo de alto nivel. “Estoy muy contento por el resultado, no es mi especialidad. Mi meta en la Vuelta solo era entrenar. Se me hizo complicado meterme delante porque la mayoría iban en equipos de 8 personas y yo corría de manera individual contra todos ellos. Podían salir a los cortes cada vez uno del equipo y yo no. Para haber corrido solo y en carretera estoy orgulloso”.

Los logros del ciclista benaventano siguen sumándose, por lo que extraña que no haya dado el salto al ciclismo profesional. En su palmarés se cuentan las victorias como primero en Copa del Mundo sub-23 XCM Titan Villuercas, la Vuelta a Béjar, la Vuelta a Salamanca, el “Imperial Bike Tour” y en Copa de España (en cinco ocasiones), catorce subidas al pódium en Copa de España, dos medallas en campeonato nacional y diez campeonatos de Castilla y León. Además, ha sido cuatro veces parte de la selección española de “mountain bike” (BTT o MTB), su modalidad preferida, con la que da corrido en Copas del Mundo, Europeos y Mundiales. “Creo que todavía no he llegado a profesional por una cuestión geográfica: en Castilla y León no hay equipos de ciclismo potentes. También por cuestión de gastos, porque los mejores clubes están en Cataluña y en el País Vasco y no quieren apostar por gente de nuestra zona. No me acaban de dar una buena oportunidad, algunos me ofrecen plaza de profesional pero sin cobrar o teniendo que cubrir yo todos los gastos; evidentemente no tengo una capacidad económica que me permita aceptar. Estoy entrenando más fuerte que nunca este año para obtener los mejores resultados. Soy uno de los cinco mejores de España en BTT y me dejo ver en carretera. Sigo esperando una llamada que todavía no ha llegado”, explica Álvaro Lobato.

A pesar de la falta de ofertas razonables, su objetivo continúa fijado en el deporte profesional: “Me doy un plazo de dos años para subir, si no lo consigo dejaré la bici como un hobby y me dedicaré a trabajar de mis estudios”. En concreto, el zamorano está titulado en Ciencias del Deporte y tiene un máster en Educación, única salida que contempla como alternativa.

El futuro del ciclismo zamorano se vislumbra incierto. En palabras del deportista: “El ciclismo está muy dejado en la provincia”. Sólo menciona el nombre de Jorge Bueno junto al suyo y en cuanto a las generaciones próximas remarca las condiciones de algunos infantiles o alevines, demasiado jóvenes, cuya proyección todavía no se puede averiguar. Tampoco ve grandes promesas en nivel cadete o juvenil.