El Real Zaragoza cambiará de manos en las próximas horas. La actual propiedad y el grupo inversor, Spain Football Capital, que se hará con la mayoría de las acciones de la entidad, han dado, en las últimas horas, el impulso definitivo a la operación tras solventar las últimas diferencias, introducir nuevas cláusulas en el contrato de compraventa y alcanzar un acuerdo tácito para firmar a comienzos de la próxima semana.

La venta, de este modo, es un hecho que ambas partes dan por seguro casi al 100% y que, salvo sorpresa mayúscula, se anunciará en los próximos días. De este modo, se podrá punto final a un proceso que mantiene en vilo al zaragocismo y en el que también ha participado una segunda vía que, sin embargo, ha llegado tarde.

La llegada del grupo liderado por los hermanos Álvarez del Campo y el abogado catalán Kiko Domínguez debe asumir, nada más llegar, más de 20 millones de euros para hacerse con el Real Zaragoza. Un primer pago, superior a los 9 millones de euros, se destina al propio desembolso de las acciones a los actuales propietarios. La cifra corresponde a los 6 millones (de los 6,38 que componen el capital social de la entidad) que corresponden a la fundación, distribuidos porcentualmente en las acciones de cada patrono (la familia Alierta cuenta con el 51% mientras que Yarza, Forcén e Iribarren disponen de un 13,46% cada uno), a los que hay que añadir alrededor de 3,8 correspondientes a un crédito participativo de César Alierta, máximo accionista del club, que debe ser abonado imperiosamente por la nueva propiedad ya que es susceptible de convertirse en acciones.

Además, el grupo inversor también debe hacer frente a alrededor de 11 millones correspondientes a créditos avalados por la fundación con entidades bancarias (La Caixa principalmente). Asimismo, alrededor de 4 millones más son necesarios para satisfacer los anticipos pendientes de satisfacer para abonar pagos pendientes de la pasada temporada. En este capítulo se incluirían, por ejemplo, cantidades prestadas por la propia fundación Zaragoza 2032 o LaLiga, entre otros.

Así, el cambio de propiedad en el Real Zaragoza apenas tendría repercusión en el límite salarial para la confección de una plantilla para la que se dispondrían de alrededor de 10 millones de euros. El desembolso económico del grupo inversor, destinado específicamente a la adquisición de la entidad, tan solo propiciaría un incremento de entre un millón y 1,5 millones de euros de ese límite salarial.

Sin esa inyección económica procedente de la venta del club, el Real Zaragoza partiría con un límite salarial mucho más bajo que el que tuvo en la 20-21, donde fue el octavo de Segunda, con 8,8 millones, reducido en 300.000 tras la actualización de enero. En su plan de viabilidad, la SAD preveía obtener 17,2 millones en traspasos en los dos próximos años, lo que, además de Narváez, supondría la venta segura de efectivos como Francho o Francés.