Cristian Salvador González (Zamora, 1994) es uno de los cinco jugadores que dejó el Sporting este curso –además de Javi Fuego, Carmona y los cedidos Saúl y Cumic–. Lo hizo rumbo al Huesca, un club que sí demostró un interés por él que echó en falta en el conjunto rojiblanco. En su retiro vacacional en Zamora descuelga el teléfono para atender a LA OPINIÓN DE ZAMORA antes de viajar, a primeros del mes que viene, a la capital oscense, donde ya le están buscando piso. Pese a todo, dice, guarda muy buen recuerdo de sus cinco temporadas en el Sporting, dos de ellas en el filial y tres en el primer equipo, donde jugó 78 partidos y anotó 2 goles. Y deja claro que “firmaría con los ojos cerrados que subiéramos ambos el año que viene”.

–¿Qué balance hace de su paso por el Sporting?–

–Han sido cinco años muy buenos desde que llegara al filial en Tercera División. Ese año logramos el ascenso y el año próximo también hicimos una buena temporada en Segunda B, llegando a play-off e incluso pasando una ronda. Respecto a los tres años del primer equipo, los dos primeros fueron muy buenos, jugué bastantes partidos y minutos. Debutar en El Molinón, con toda la gente animando, fue una pasada. Esta temporada fue un poco complicada por la lesión, no disputé muchos partidos y se me hizo cuesta arriba. Pero me tengo que quedar con lo positivo, y me hizo mejor persona.

–¿Con qué sabor de boca se va?

–Fue una pena. Estuvimos todo el año en play-off y al final nos salimos en las dos últimas jornadas. Fue muy cruel porque nos merecíamos más por el trabajo de todo el año.

¿Cómo fue este curso desde el punto de vista personal?

–En pretemporada tuve una lesión que me mantuvo apartado de los terrenos de juego durante muchos partidos. Fue difícil, pero al ver que los compañeros lo hacían tan bien, tenía muchas ganas de recuperarme para ayudar en todo lo que pudiera. A raíz del brote de covid, disputé unos cuantos partidos y me encontré bien. Pero luego, otra vez, no volví a tener continuidad. Es complicado, porque a todos nos gusta competir y jugar.

–¿Cree que esa lesión influyó en que no renovara?–No creo. Llevo cinco años en Gijón, me conocen bastante bien y saben lo que puedo llegar a dar. Fue una situación complicada por todo lo que pasó, pero al volver tras la lesión me volví a sentir muy bien, y no era fácil, porque llevaba más de tres meses sin competir. Me quedo con eso: he dado todo por el Sporting cuando he estado ahí. Yo trabajo para mí y creo que lo que estaba en mi mano lo hice en todo momento.–¿Llegó a haber una oferta de renovación del Sporting?

–Sí llegó, pero tarde. Yo quedaba libre en enero y aún tardaron uno o dos meses en sentarse a negociar.

–¿Hubiera renovado si esa oferta hubiera llegado antes?

–La verdad es que en Gijón me encontraba muy a gusto. El Sporting ha sido muy importante en mi carrera deportiva, me ha dado la oportunidad de ser futbolista profesional. También por la afición, que en todo momento me hizo llegar mensajes de apoyo, súper positivos, incluso después de dejar el club. Estoy muy agradecido con ellos. Siempre guardaré un cariño especial a Gijón, el Sporting y la Mareona. Llegué siendo muy joven, viví cosas muy buenas y me llevo muy buenos recuerdos y mucha gente. Con eso es con lo que me quedo. Es un club de Primera División por estructura y masa social, es un club histórico. La verdad es que hubiera estado muchos años en Gijón.

–¿Cuándo decide irse?–Había mucho interés, pero cuando se hizo todo fue tras finalizar la temporada. –¿Tenía más ofertas sobre la mesa?

–Sí, tenía varias opciones. Pero quien más interés mostró fue el Huesca. Es un gran club y en los últimos años viene haciendo las cosas muy bien. Este último año no ha sido fácil para mí y que mostrasen ese interés después del año que he pasado es muy de valorar.

–¿Cree que el hecho de que el Sporting supiera que se iba ha hecho que participara menos?

–No lo sé. Yo intenté dar todo. Cada vez que jugué, a pesar de salir de lesión, competí bien. Lo demás ya no depende de mí. Yo trabajaba para estar a disposición cada fin de semana, en cada entrenamiento intentaba dar lo máximo. Todo lo que estaba en mi mano lo intentaba hacer.

–¿Cómo se plantea la temporada que viene por delante?–Con muchas ganas e ilusión por demostrar lo que tengo y de devolver esa confianza que han depositado en mí.–Cuándo el Huesca mostró interés en usted, estaba en Primera. ¿Cómo vivió su descenso? ¿Le hizo dudar sobre el paso que iba a dar?

–No. Desde el primer momento lo tuve muy claro. El año que había pasado no fue fácil y el interés que demostraron en mí fue fuerte. Apostaron por mí desde el principio y eso fue lo que me hizo decantarme por ellos, independientemente de la categoría en la que jugaran. Obviamente, me hubiera gustado jugar en Primera, pero pelearemos este año para intentar ese ascenso.

–¿Cómo será enfrentarse al Sporting?

–Raro, será una situación muy atípica. Cuando vaya a El Molinón, cambiarme en el vestuario del equipo visitante será difícil. Pero a la vez bonito, porque será volver a un lugar donde me han tratado muy bien. Al final, lo importante es que he sido muy feliz aquí, me llevo muy buenas personas y he disfrutado mucho.