La directiva del Barça ha ratificado oficialmente a Ronald Koeman en el cargo de entrenador. Estaba en duda porque así lo expresó Joan Laporta, el presidente, que le había espetado al técnico que le buscaba un sustituto y luego se tomaba un periodo de "reflexión", pero en la reunión de la junta se acordó que siguiera el frente del equipo. Koeman ya tenía contrato en vigor, como insistían en recordar ambos.

"Tras este periodo de reflexión que nos hemos tomado, quiero anunciar que daremos continuidad a Ronald Koeman. Estamos muy satisfechos de que estas conversaciones hayan fructificado en una unidad de criterios", aseguró Laporta, antes de presentar a Maria Elena Fort, vicepresidenta y portavoz de la nueva directiva del Barça, para que anunciara los acuerdos adoptados. El presidente retomó la palabra luego para exponer los motivos por los que mantenía a Koeman, de quien destacó su "comportamiento impecable" durante esta fase de reflexión que se habían tomado.

No es la falta de dinero

¿Y para qué era necesaria esa reflexión? "Para conocernos mejor", fue uno de los motivos expuestos por Laporta, que quiso ser muy empático para asegurar que no era la falta de dinero ni de liquidez inmediata para indemnizar a Koeman y contratar a un sustituto lo que sustentaba la permanencia del holandés. "Si el Barça quiere cancelar anticipadamente un contrato, tiene mecanismos para hacerlo", contestó el máximo dirigente azulgrana. El contrato no ha sido ampliado ni modificado. Acabará, igual que antes, en el 2022.

"Ha sido un periodo para analizar el final de la temporada pasada y analizar cómo afrontábamos el futuro y con qué criterios", insistió Laporta, muy repetitivo también en remarcar que él y los compañeros de junta se sentían "muy satisfechos" del resultado de las conversaciones, que han sido "francas y directas".

El presidente entendía, o pretendía, trasladarle el "sentimiento" del barcelonismo respecto al equipo. "Queríamos compartir criterios y encontrar soluciones", dijo Laporta como un eufemismo. Más tarde admitió que se habló de fútbol, pero no al detalle concreto de reclamarle jugar con un 4-3-3 u otro sistema. Eran cuestiones más "filosóficas" por entender que no podía imponerle ni discutir un sistema con un entrenador que ha sido jugador del Barça y de la selección holandesa ni entrenador de otros equipos. Tampoco por haber sido el autor del gol de la primera Copa de Europa.

El "comodín" Jordi Cruyff

Laporta, sin embargo, concretó qué ha pedido a Koeman y qué espera recibir y ver en de renovada dirección del equipo: "Espero ver un Barça más competitivo, con una mentalidad más ganadora y que juega de manera más ofensiva. Un Barça que cuida los detalles y practica el fútbol que nos gusta, de tener el balón y presionar más".

Después de todo, Laporta se atrevió a asegurar que su relación con Koeman ha mejorado. "No era mala, pero tampoco profunda", concretó. El entrenador le ha hecho saber que se han entendido en todos los términos.

Esa relación se reforzará también con la presencia de Jordi Cruyff, que firmó por la mañana el contrato que le vincula al área futbolística bajo las órdenes de Mateo Alemany. "Es muy emotivo porque representa la vuelta de un Cruyff a casa", expresó Laporta, que ve en Jordi a "un comodín". Será una solución "a determinadas situaciones que puedan plantearse", como refuerzo a las decisiones que tomen Alemany y Koeman, pero también como un eventual sustituto a la marcha de cualquiera de los dos.