Fin de temporada para el conjunto junior del Fundación Caja Rural de Zamora UEMC que no pudo superar el cruce de cuartos de final para acceder a la final four por el título de copa.

Su rival, la Escuela de Baloncesto del Óbila le superó con claridad en la eliminatoria a doble partido y acabó con las esperanzas de los zamoranos después de una buena temporada.

El primer encuentro, celebrado en Zamora, ya dejó bien a las claras el potencial verderón y a pesar del esfuerzo de los chicos de Campos, la victoria y gran parte de las opciones de clasificación viajaron a la ciudad amurallada. El dominio en la pintura y los buenos porcentajes de lanzamiento exterior dieron al Óbila el control del partido y una renta de 14 puntos para el duelo de vuelta.

El municipal Carlos Sastre fue el escenario del desenlace de la eliminatoria en la que los zamoranos mantuvieron el tipo durante los dos primeros cuartos. Tras la reanudación llegó la sentencia con un parcial de 25 a 11 que terminó por enterrar todas las ilusiones del Caja Rural que acabó hincando la rodilla con un claro 77 a 58, dejando al Óbila como claro vencedor de la eliminatoria y justo semifinalista.

Pese a la derrota, la temporada del Fundación Caja Rural puede considerarse como muy positiva, dando la cara en todos sus encuentros y compitiendo de igual a igual con canteras tan potentes como la del Colegio Leonés o Real Valladolid. Punto y final para la generación del 2003 que se despide del club con un buen sabor de boca dejando a los zamoranos entre los doce mejores clubes de la Comunidad.

 

Por su parte, el conjunto cadete dirigido por Carlos Lozano iniciaba su liguilla de clasificación para la fase final por el título de Copa con un convincente triunfo en tierras del Cid ante el San Pablo de Burgos.

A pesar del madrugón, los verdeamarillos cuajaron un buen partido, yendo de menos a más en un duelo donde los ataques se impusieron a las defensas. Tras un primer cuarto igualado que finalizó con una exigua renta a favor de los visitantes, llegó la explosión ofensiva de un desatado Caja Rural que desarboló por completó a su rival y dejaba la victoria muy cercana. Pero los burgaleses no habían dicho su última palabra y después de los minutos de descanso trataron de voltear la situación; algo que consiguieron en parte, recortando en cuatro puntos la distancia con su oponente. El último cuarto, con un San Pablo a la desesperada, hizo que la victoria se complicara más de lo previsto, llegando a colocarse a tan solo ocho puntos de los zamoranos pero la sangre fría del conjunto visitante en los instantes finales le permitió llevarse un cómodo triunfo que le permite soñar con la final four.

Hugo Andrés (30), Alberto Prieto (24) y Álvaro Rollón (19) fueron los pilares ofensivos dentro de un trabajo coral de todo el equipo que espera el importante duelo contra Colegio Leonés de este próximo sábado que seguramente decida quien luchará por el título.