Desde que llegó al Zamora CF, Víctor de Aldama disfruta y sufre como un aficionado más. Tanto es así que le brillan los ojos, y no lo oculta, al recordar una campaña que califica de “excelente”, aunque sabe que ahora toca pensar en el futuro. Todavía sin un presupuesto cerrado, el presidente rojiblanco se mantiene a la espera de conocer los detalles de la nueva Primera RFEF en la que competirá el equipo, pero no duda en hacer un llamamiento a las instituciones y empresas puesto que tiene claro que el club es una gran herramienta para levantar una economía mermada por la pandemia.

–¿Con qué adjetivo calificaría la temporada 20-21?

–Excelente. Hicimos una plantilla para mantenernos en Segunda División B, después del ascenso, y lo que ha venido después ha sido un sueño. Ha sido un año excelente.

–Siempre apostó por la Primera RFEF (en aquel momento Segunda PRO) como objetivo del equipo. No se equivocó.

–Se ha demostrado que estuvimos acertados al mantener ese bloque de Tercera División y luego complementarlo con los fichajes que hicimos. Al final, este formato nos ha llevado hasta el play-off porque si a lo mejor hubiese sido un formato de 38 jornadas, con todas las lesiones que hemos tenido…. El equipo estaba muy mermado y se ha visto en el último partido que ya era imposible.

–A título personal, ¿cuáles han sido los mejores y peores momentos?

–Emocionantes ha habido muchos, hemos tenido muchos momentos buenos y no sabría elegir uno en especial. El peor, que lo tengo marcado a fuego, fue el del partido del Valladolid allí. Fue un partido que nos robaron y en el que el árbitro sacó de quicio a todo el mundo, entre ellos a mí personalmente.

–Llegó el play-off, ¿cómo lo ha vivido?

–Con un sentimiento especial, como un aficionado más. Más sereno que otras veces porque era muy difícil dar la sorpresa con el Badajoz y en su casa, con su afición… pero fue algo increíble. Era pasear por Almendralejo y nuestra afición no paraba de cantar, animar… era algo súper emocionante. Cuando terminó el partido bajamos al césped a abrazar a los chicos, a dar las gracias a la afición y nos pusimos a llorar todos con ese sentimiento que solo lo puedes experimentar cuando estás ahí. Lo más bonito de todo fue cuando la afición del Badajoz se puso a corear el nombre del Zamora, fue increíble y es algo que no se ve mucho en el fútbol y a nosotros nos ha tocado vivirlo. Eso también es ilusión y una muestra de respeto porque nos respetaron hasta el último momento, como su presidente que también bajó al campo a darnos un abrazo. Solo tengo buenas palabras para lo que ocurrió ese día.

–Diez meses antes, en Palencia, se ascendió, aunque se vivió de otro modo.

–Eran sentimientos encontrados porque el día del ascenso para mí era el día de Haro. Ese día fue de los peores de mi vida por la ilusión y todo lo que llevábamos arrastrado. En Palencia fue esa rabia contenida, esa alegría que querías haber soltado el día de Haro con toda la afición, con todo el mundo en el campo. Fue especial pero no tenías a nadie con quien celebrarlo. Terminas el partido y regresas a Zamora, pero por la pandemia solo tienes a cuatro personas que reciben al equipo.

–Volvemos al año actual. ¿Qué pudo decirle al entrenador y a los jugadores cuando se vieron en el hotel poco antes de que comenzara la eliminatoria?

–Sobre todo que disfrutaran, que era su día y se merecían estar ahí. No era un tema de suerte como ha dicho mucha gente, sino que nos lo habíamos ganado. Se demostró en el último partido cuando la Cultural, que no se jugaba nada, salió a ganar el partido como es lógico y remontamos un 2-0, nos pusimos 2-3 en el último minuto. Eso dio un subidón a equipo, a la afición y a todo el mundo. Por eso les dije que disfrutaran, que pasara lo que pasara estaba orgulloso de ellos, y que todo el mundo que tenían alrededor, igual.

–¿Qué le pareció el formato del play-off con el Badajoz jugando prácticamente en casa, a 60 kilómetros?

–Tuvieron la suerte de que se decidió hacer en Extremadura, pero podía haber sido como el año anterior en Marbella y no hubiesen tenido ninguna ventaja. En este caso la sede fue Extremadura y tuvieron la fortuna de tener un equipo clasificado, como si hubiera sido en Castilla y León y estuviéramos nosotros. Creo que es lo de menos porque nosotros pusimos a la venta las mismas entradas que ellos y conseguimos llevar a 1.050 personas, pero podíamos haber llevado a 2.300, que son las que teníamos. Sí es cierto que ellos llevaron más gente porque les dieron las entradas que nosotros no habíamos vendido.

–Eso estaba en las bases.

–Eso es. Y luego, ¿qué había gente de ellos que estaba fuera del estadio porque estaban a 60 kilómetros? Pues sí, pero no afectó. Fue una afición que nos respetó tanto y se portó tan bien con el equipo cuando terminó el encuentro que no podemos decir nada contra ellos sino tener palabras de agradecimiento.

–Ahora llega la dura realidad. Celebrar lo conseguido, pero también es momento de despedidas. ¿Habrá muchas?

–No lo sabemos. Estamos pendientes de lo que la Federación diga porque no han explicado las fichas sub-23 que tenemos que tener, no sabemos si vamos a tener derechos de televisión o no… Entonces no te puedo decir.

–A título personal, ¿apostaría por la renovación del bloque?

–Sí.

Víctor de Aldama, en un momento de la entrevista. | Nicolás Rodríguez Paz Fernández

–Hay muchas incógnitas todavía, pero ¿cómo vislumbra la Primera RFEF?

–Es tan complicado… No entiendo como la Federación, estando en las fechas que estamos, no ha dicho nada. Tenemos un mes y medio de vacaciones, en nada estamos compitiendo otra vez y no sabemos. Entiendo que para ellos es difícil por el tema de la pandemia, pero nos lo tienen que decir en breve porque no podemos esperar mucho más.

–¿Cómo están las relaciones con la Federación?

–Bien. Las relaciones son correctas. Con la Federación de Castilla y León en este partido en Extremadura las relaciones han sido bastante mejores con el presidente, con el señor Maté, que estuvo con nosotros en el palco y estuvo pendiente de nosotros, del equipo, de que nos tratasen como es debido, y que la Federación nos diera nuestro espacio. Hemos mejorado mucho estas relaciones, la verdad es que contento.

–¿Ya tiene presupuesto para el año que viene?

–No. No sabemos qué va a aportar la Federación, tenemos que hablar con los patrocinadores, hay que ver de qué manera se involucran las administraciones de Zamora con el equipo en una categoría superior… Lo que tiene que entender la gente es que cada vez que el equipo sube de categoría es economía para Zamora. Si se entiende eso, y vamos todos de la mano, nos irá mucho mejor.

–Próximo reto ¿consolidarse en la Primera RFEF o ascender?

–Para mí, que yo siempre sueño, es ascender. Cuando tengo una empresa busco llegar al máximo, y esto al final es una empresa por lo que yo busco el máximo para el club. Luego depende de muchas cosas porque el fútbol es muchas veces injusto. Puedes tener un partido maravilloso y no meter gol, que es de lo que se trata. Pero para mí el objetivo es ascender, aunque para ello necesitamos muchas cosas: que la Federación nos diga de qué manera se puede competir, con qué fichas, presupuesto… y nosotros tenemos ahí una deficiencia porque el 80% del presupuesto lo aportamos nosotros.

–¿Qué equipo quiere o espera ver?

–Competitivo. Un equipo que va a saltar al campo a darlo todo, y que va a seguir enganchando a la afición como este último año.

–Lleva aquí tres años, el club ha cambiado, por dentro y por fuera, ¿ha costado?, ¿queda mucho por hacer?

–Queda mucho, aunque seguimos haciendo cosas. Este año vamos a poner los videomarcadores, vamos a tener clínica propia, que es un salto de calidad para el equipo, vamos a tratar el césped otra vez… quedan cosas por hacer.

–¿Internamente habrá cambios?

–De estructura de empleados, estamos bien. Estamos mirando para reforzar la cantera, que es la gran olvidada y no lo ocultamos. Es evidente, pero no encontramos los profesionales que necesitamos. Sí es verdad que este iba a ser el año de cantera porque habíamos firmado los convenios con clubes de la provincia, pero vino la pandemia y no se pudo hacer nada. Volveremos a retomarlo, que es, de los tres años que llevamos, el gran “debe” o la pata que falta.

–Movilla-Villafañe, Villafañe-Movilla. Son sus ojos, sus manos y el todo en lo deportivo.

–Es todo, absolutamente.

–¿Ha delegado todo en ellos?

–En lo deportivo he delegado al 100%. No entro en ninguna decisión deportiva, ni quiero. Han demostrado que saben hacerlo, y ahí están los resultados. Me hace gracia cuando empiezan las temporadas y dicen que Villafañe no sabe fichar, que solo ficha gente de León, que el míster no sabe a lo que juega… Pues menos mal que Villafañe no sabe fichar y el míster no sabe a lo que juega porque si supieran estaríamos en Segunda A.

–Dinero, tiempo, esfuerzo, ¿está mereciendo la pena?

–Sí. El dinero es importante, pero no lo es todo. Esto es un sentimiento muy especial.

–¿Cuánto dinero lleva invertido hasta ahora?

–Iremos casi por los tres millones de euros.

–Hablaba antes de la cantera, hay mucho por hacer.

–Estamos buscando profesionales para la cantera y retomaremos los convenios con clubes de ciudad y provincia, para hacer una cantera potente que yo creo que se puede. Es verdad que Zamora tiene una población muy envejecida, pero niños hay. El Zamora es el equipo por excelencia y es un espejo para los niños. Creo que cada vez más porque cada vez se oye más. Han ayudado los éxitos deportivos.

–Se ha recuperado afición, pero hace falta más.

–La afición está muy enganchada, y se está demostrando. Estamos continuamente haciendo vinculaciones e iniciativas, y ahora toca que den el paso, se abonen y que los domingos el estadio tenga 6.000 espectadores como mínimo. Si el equipo ha levantado resultados con 1.500, imagina con 6.000. Sería una pasada.

–¿Cómo está el tema de la cesión del Ruta de la Plata con el Ayuntamiento?

–Con el Ayuntamiento llevamos tiempo hablando del convenio. Es algo que ellos saben y están valorando con Patrimonio. Les hemos dado las herramientas y documentos para demostrarles que una Sociedad Anónima Deportiva puede estar convenida con un Ayuntamiento sin problema. Ahora es una decisión de ellos y no podemos presionarles más.

–¿Y las ayudas económicas de las instituciones?

–Hemos hablado con Ayuntamiento y Diputación para decirles que lo que nos dan está muy bien, pero nos lo gastamos en un mes. No es suficiente para este club. Si queremos que esta ciudad ruja y que la economía se levante tienen que ver que el Zamora CF es una herramienta para ello. Los hoteles, la hostelería, autobuses, taxis… va a venir mucha gente.

–¿Continuará entrando capital del extranjero?

–Ya entra. Méjico sigue aportando y ahora estamos negociando con otros dos posibles patrocinadores de fuera para que se unan. Este año vamos a necesitar mucho más presupuesto.

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