El K-4 500 español integrado por Craviotto, Walz, Arévalo y Germade logró medalla de oro, derrotado a Alemania, triple campeona mundial e imbatida en el ciclo olímpico, en la jornada de clausura de la I Copa del Mundo de Esprint, en la que el equipo nacional también se hizo con la medalla de plata en C-2 200 (Antía Jácome-Antía Otero), que le permiten acabar con un botín de cuatro preseas.

La victoria del K-4 español se produce a dos meses de que ambas embarcaciones, que comparten rivalidad y también gran relación, vuelvan a medirse en los JJOO.

Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, los vigentes subcampeones mundiales, lideraron la regata desde la primera palada (1:22.15), ratificando las expectativas que sitúan a la embarcación española como una de las bazas del piragüismo para la cita nipona.

El K-4 500 metros español conquistó la victoria en la Copa del Mundo de Szeged (Hungría), un triunfo que llega en el momento justo, a apenas dos meses de los Juegos y después de un ciclo olímpico en el que Alemania se había mostrado muy fuerte. “La verdad es que llevábamos año y medio sin competir internacionalmente y estrenarnos así da mucha moral”, comentó Saúl Craviotto nada más salir del agua. “Ahora queda mes y medio para los Juegos y los alemanes se pondrán las pilas”, explicó sobre los grandes rivales de España.

Marcus Cooper Walz, por su parte, reconoció que todavía ni se lo creía. “Estamos haciendo un trabajo muy bueno, somos un cuarteto que vamos muy bien compaginados y compenetrados. Hemos salido muy fuertes y no nos han podido seguir el ritmo. Luego al final nos han apretado, pero nosotros también hemos apretado. Sabemos lo que valemos y esto nos da un extra de motivación”, contó.

Carlos Arévalo admitió sentirse “muy contento” con la victoria lograda en Hungría. “Ha sido una experiencia muy buena. Nos hemos encontrado muy bien desde el primer momento las sensaciones han sido estupendas. Nos ha salido la carrera perfecta”. Y también se refirió a la prueba Rodrigo Germade, feliz de colgarse este oro. “Sabemos que queda mucho camino, hay mucho trabajo que hacer. Esto ha sido un punto de paso más que nos ha servido para constatar que estamos haciendo un buen trabajo. Estamos contentos y tenemos que seguir así, pero la vista está puesta en Tokio”.

La victoria del equipo español del K-4 también hizo sentir muy orgulloso a Miguel García, entrenador del conjunto. “Siempre es bueno empezar de esta manera, pero sabiendo de donde venimos, con la pandemia y después de un año y medio sin competir, pues la puesta en escena ha sido perfecta”, explicó el técnico. “Necesitábamos una buena referencia y un buen puesto, no para nadie, sino para nosotros, para seguir pensando que podemos y que el objetivo que nos marcamos hace cuatro años sigue en su sitio. No vamos a cejar en el intento, vamos a luchar hasta el final por sacar una medalla y si puede ser de oro mejor”, contó a la Real Federación Española de Piragüismo.

Sobre cómo transcurrió la prueba, García apuntó que todo salió según lo planeado. “Teníamos preparada una puesta en marcha desde hace tiempo y los chicos la ejecutaron a la perfección. El resultado es impresionante, pero tenemos que tener los pies en el suelo”, apuntó. “Hay una euforia que es contenida y que tenemos que utilizar para llegar bien a los Juegos”. “No podemos fallar ni perder esta oportunidad”, además de valorar la felicitación del equipo alemán, el gran rival de los españoles. “Han venido a felicitarme sus dos técnicos. Es algo muy especial”.