El ciclista español Mikel Landa dijo ayer adiós a toda opción de conquistar el Giro de Italia en la presente edición al sufrir una dura caída a falta de cuatro kilómetros para la meta que le obligó a abandonar la ronda transalpina. Un incidente que no fue el único que los ciclistas protagonizaron en el desenlace de la séptima etapa disputada entre Modena y Cattolica sobre 177 kilómetros que encontró en el australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) su ganador. Y es que, los metros finales del potente esprint estuvieron precedidos por varias caídas, siendo la parte amarga de una jornada plenamente de transición por un recorrido prácticamente llano en el que los fuertes vientos fueron la mayor dificultad para el pelotón.