Walter Bouzán (Ribadesella, 1978) se clasificó el pasado viernes para el Campeonato de Europa de Maratón, que se celebrará en Moscú en julio. Pese a la clasificación, el piragüista asturiano renunció a la plaza y crítico con dureza a la Federación Española. El motivo es económico: muchos piragüistas deben pagarse los costes de acudir a un campeonato. Bouzán explica al detalle a LA NUEVA ESPAÑA los motivos de su renuncia y carga contra la Española de piragüismo. El palista, diez veces campeón del Descenso del Sella, opina también sobre la última polémica de la Federación por la clasificación del K-4 para los Juegos Olímpicos de Tokio, cuando Carlos Garrote acusó de “amaño” a Saúl Craviotto, Walz, Arévalo y Germade.

–¿Qué ha pasado?

–Los criterios venían establecidos desde antes. No me pilla por sorpresa. A grosso modo: hay unas plazas mínimas que las paga la Federación Española y otras que no. Esto no es nuevo, viene de años atrás.

–¿A qué se debe?

–Antiguamente pagaban a todos los piragüistas, pero con la crisis económica de 2008 hubo recortes. Eso puede ser entendible. Ahora, la directiva de la Federación pone ciertos criterios. El problema es para los chavales. Yo he visto a juniors pasándose veranos trabajando cobrando tickets en parkings en vez de estar entrenando para poder pagarse campeonatos.

–¿Tan caro resulta la financiación?

–Lo grave no es eso. Lo realmente grave es que la Federación Española funciona como una agencia de viajes.

–Explíquese.

–Imaginemos que yo opto por financiármelo todo. El viaje, la ropa, el hotel, la comida…Que me busco la vida, vamos. Pues la Federación no me deja. Ellos te organizan el viaje, el hotel y la estancia. Por eso digo que es como una agencia de viajes. Igual encuentro un vuelo de 200 euros, pues ellos me dicen que no, que coja este otro de 600. Hay que pasar por caja.

–¿A qué se debe?

–Oficialmente a nada, pero en este mundillo todo se sabe... La agencia de viajes que organiza esto es un amigo de, o de un familiar de…

–¿Resulta doloroso para usted tener que renunciar?

–No, ni mucho menos. ¡Hasta me presta tener que renunciar! Es la forma que tengo de patalear y que se sepa un poco todo esto. Yo soy veterano, tengo todo resuelto y tuve mucha suerte en mi carrera. Gané cosas y disputé campeonatos que nunca hubiese soñado. Pero eso ya lo viví. Si me duele la situación actual es por los más jóvenes.

–¿Qué otros problemas hay?

–A raíz de la crisis económica todo fue a peor, pero vamos viendo como los sueldos de los directivos y allegados siguen subiendo y los recortes, en cambio, llegan a los piragüistas. 

–¿Por qué el sistema funciona así?

–El sistema de elecciones que hay en la Federación tiene su complejidad. Al presidente lo vota la asamblea, que son 103 votos. El mundo del piragüismo elige previamente a esos 103. Los clubes eligen, los piragüistas, los árbitros… Pero ya va todo desvirtuado, porque no se vota directamente. Al final, se “vende”. Hay gente que por una piragua vende hasta a su propia madre.

–¿Se puede cambiar ese sistema?

–Es muy difícil. Uno de la asamblea puede necesitar algo de material y pregunta. ‘¿Tú que necesitas? ¿Esto? Pues toma’. ‘Oye, que yo quiero ser seleccionador con un sueldo de 30.000. Vale, te pongo ahí y cobras 15.000.’ Va todo así.

–¿Ha hablado con alguien de la Federación desde su renuncia?

–Desde que gané el viernes nadie se puso en contacto conmigo. El seleccionador estaba ahí y no vino ni a interesarse. Al mundo del piragüismo esto no le coge por sorpresa: es vox populi entre los que sabemos lo que pasa.

–¿Hay futuro en el piragüismo?

–No todo es un desastre. Hace poco me clasifiqué para el campeonato de surf ski en Lanzarote. Eso sí lo pagan. No todo funciona mal. El seleccionador de surf ski es un fenómeno, se molesta en su trabajo y está implicado con los deportistas.

–¿Qué le pareció la polémica por el K-4?

–El expresidente, Mangas, que era asesor del presidente actual, revolvió el avispero e hizo un daño tremendo al piragüismo. La verdad es que les hizo un flaco favor a todos.