El Ruta de la Plata despidió ayer a sus héroes, a los jugadores de un Zamora CF que volvió a demostrar su pundonor y a rebelarse contra todas las adversidades para seguir vivo en la lucha por el play-off. Tras imponerse al Valladolid Promesas (2-0), los zamoranos se mantienen como aspirantes a ocupar la tercera plaza que aún queda libre en el grupo y, aunque no dependen de sí mismos, piensan agotar cualquier opción para estar en Extremadura para pelear por la Segunda División A.

Arriba, Piña en un lance del encuentro de ayer. | E. F. A la izquierda, Escudero se coloca para golpear un balón. | E. F. Abajo, Dani Hernández se dirige a la afición. | E. F.

Ayer, en el último partido en feudo propio del curso, el equipo volvió a demostrar de lo que es capaz y, tras una primera parte abierta en la que portero visitante se erigió líder de los suyos, Carlos Ramos y Coscia pusieron el 2-0 que prolonga un nuevo objetivo impensable en el mes de octubre cuando el balón empezó a rodar. Ahora, con Burgos y Celta B ya clasificados, queda pendiente una plaza que ahora mismo ocupa Unionistas que depende de sí mismo, aunque el Zamora CF, con 37 puntos, tienen opciones aunque necesita ganar a una Cultural ya desahuciada y esperar.

Mermado por las numerosas bajas pero dispuestos a dejarse la última gota de sudor en la despedida de la temporada en el Ruta de la Plata y pelear hasta el final. Así afrontó el Zamora CF su encuentro, el penúltimo de esta segunda fase, frente a un Valladolid Promesas ante el que había ganas de revancha por lo ocurrido en el partido de ida en los anexos de Zorrilla y las polémicas decisiones arbitrales.

Con estos prolegómenos arrancó un nuevo derbi regional en el que ambos equipos se jugaban seguir vivos en la lucha por el play-off y eso se notaba en el ambiente. Nervios, intensidad, pero también miedo a un fallo que pudiera salir caro. El Zamora necesitaba ganar. Por la mañana el Celta B se imponía a la Cultural y aseguraba su plaza en el play-off, y a primera hora de la tarde Unionistas vencía al Burgos y mostraba credenciales a esa tercera plaza aún sin dueño pero por la que pugnaban también Zamora CF y Valladolid Promesas.

El Ruta bendice a los suyos

Un par de llegadas sin peligro, entre ellas un disparo de Parra que se fue alto, estrenaron el apartado de ataque y a cada minuto que pasaba al Zamora CF se le veía cada vez más cómodo, sumando metros y metiendo presión, aunque sin confiarse porque el filial pucelano estaba dispuesto a aprovechar cualquier despiste como pudo hacerlo en dos buenas faltas que llevaban veneno cuando apenas se había cumplido el cuarto de hora de partido.

El primero en enseñar verdadera mordiente iba a ser el cuadro local con un remate de Coscia que el portero visitante despejó en una acción prodigiosa cuando ya casi se cantaba gol. El intercambio de golpes estaba siendo una constante y el desgaste absoluto sin un dominador claro, aunque las mejores ocasiones empezaban a tener claro color rojiblanco como demostró Escudero en dos acciones consecutivas y ahí el Zamora empezó a crecer. El equipo zamorano empezaba a cumplir su objetivo de ser protagonista y asediaba a su rival, sobre todo a balón parado aunque hasta el momento sin éxito. Una y otra vez, los de Movilla lo intentaban y enfilaron la recta final volcados ante un rival que se desfondaba en defensa y trataba de sorprender a la contra, en un encuentro muy abierto.

De nuevo Escudero la tuvo con un tiro que desvió Samuel en última instancia y que permitía el enésimo córner a favor convirtiendo al meta del filial del Pucela en el verdadero héroe de los suyos a la llegada al descanso.

El encuentro se reinició con los mismos protagonistas y con el Zamora dispuesto a agotar todas sus opciones, y así lo dejó claro porque el guion se mantuvo y la presión crecía, obligando a la defensa violeta a multiplicarse. El gol parecía cerca pero el electrónico seguía marcando un empate a cero que no valía para seguir soñando con el play-off. De nuevo Samuel se hacía grande bajo los palos ante la desesperación del ataque zamorano, sobre todo de Escudero que las estaba teniendo de todos los colores. Al final, hubo recompensa a ese dominio y a ese continuo acoso y fue Carlos Ramos quien, a la salida de un córner, enganchó un buen disparo que Samuel esta vez no pudo blocar. El Zamora seguía vivo y aunque la responsabilidad era del Promesas, que debía arriesgar, los de Movilla no aflojaron y diez minutos más tarde era Coscia el que aprovechaba un barullo en el área para dar la estocada a su rival.

El Promesas lo intentó y agotó cartuchos. No le quedaba otra. Triple cambio y a por todas. Era el momento de la defensa local, y la victoria del Zamora ya era incuestionable. Los aplausos y vítores de los aficionados ensordecían un Ruta que no volverá a ver a sus héroes hasta la temporada que viene y será, como mínimo en Primera RFEF pero, ¿quién sabe si más arriba?

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