El Innova Chef volvió a caer derrotado en feudo del potente CB Prat (en la ida 73-84) y dijo adiós a su opciones de pasar la eliminatoria. Ya en el primer cuarto y al igual que sucediera en Zamora los de Saulo Hernández volvieron a caer víctimas del acierto catalán desde el perímetro, pero en esta ocasión los barceloneses no se relajaron apenas e impidieron que su rival soñara siquiera con ganar el partido.

El partido comenzó con muy malas sensaciones para los zamoranos pues en la primera defensa, después de que Parrado ganase el salto inicial, los catalanes ya cogieron dos rebotes ofensivos para que finalmente Feliz inaugurase el luminoso con un triple. Los triples y el rebote defensivo, dos quebraderos de cabeza irresolubles en la ida en el Ángel Nieto, volvían a planear sobre la expedición visitante.

Sin embargo y sin llegar a atacar con fluidez, los rojillos apretaron en defensa y respondieron al 5-0 inicial con un parcial de 0-4 que ajustaba el marcador. Incluso cuando de seguido Blanch hizo el segundo enceste de tres (9-4 en el cuatro), el grupo de Saulo Hernández siguió a lo suyo y con mucho trabajo bajo los aros volvió a colocarse a una canasta de distancia. Pero estaba claro que se necesitaba algo más porque el Prat exhibía recursos y Marzo pisaba pista y lo primero que hacía es otro triple (12-7 en el seis). Las primeras rotaciones, Libroia entró en la dirección, sirvieron para mantener la intensidad defensiva en unos minutos de mucho tiro libre y no pocos errores; algo que beneficiaba a un Prat que volvía a anotar de tres por mediación de Marc Sesé y tras otro rebote ofensivo. De esta manera la ventaja local aumentó (máxima de +9) para terminar el cuarto 19-11.

Antes de cumplirse el primer minuto del segundo cuarto Canda anotó el primer triple zamorano, pero el recién entrado Martí respondió acto seguido de igual manera y además metió otro más un minuto más tarde, por lo que el banquillo visitante paró el juego (27-18 en el tres y 18 de los puntos catalanes eran desde el perímetro). De vuelta a pista el equipo intentó creérselo, pero los locales seguían haciendo mucho daño con el lanzamiento lejano y hasta un Parrado liberado sumaba de tres y colocaba una nueva máxima con el 32-20 en el ecuador del periodo.

El Zamora no desesperó, volvió a ponerse el mono de trabajo e imprimiendo mucha velocidad a su juego por primera vez pudo correr a gusto. Tanto y tan bien que el míster local Dani Miret paró el juego (34-26 en el seis).

El duelo volvió a embarullarse durante un par de minutos, pero el Zamora mostraba muy buena actitud y tras un robo más canasta de Blanch montaba una gran contra y Carroll apuntillaba con un enceste de tres. En los últimos compases el Zamora buscó el triple como revulsivo pero sólo Mendicote metería uno sobre la bocina del descanso y por contra el local Domenech se unió también a la lista local de triplistas. Al descanso 41-34 y en triples 8 de 23 por parte local y 3 de 9 por parte zamorana.

Tras el paso por los vestuarios y al poco de reiniciarse el juego el Zamora sufrió una antideportiva y eso más un triple más de Blanch colocó el electrónico otra vez en +12. Los de Saulo Hernández volvieron ala carga pero ahora les costaba mucho más en ataque y eso lo hacía todo mucho más complicado, porque el Prat seguía intimidando desde el triple, ahora Feliz para poner un preocupante +19.

Poco más tarde llegaría un punto de inflexión sin retorno, porque la tensión jugaba una mala pasada a un Zamora que volvió a ser penalizado con dos tiros libros en contra y pelota para el rival, y en medio del enfado visitante Feliz aprovechaba para enchufar otro triple y sentenciar anímicamente. De ahí a la conclusión los locales olieron sangre y con triples de Kraag y Parrado minimizaron al Zamora, también el conseguido por Libroia, y colocaron un irrecuperable 73-50.

Con todo decidido el último cuarto del encuentro sería de puro trámite, sin opciones para un Zamora que no se dejaba ir pero que también era incapaz de hacer frente al potencial catalán (85-59 en el ecuador del periodo tras triple de Sesé).

En los últimos minutos el ritmo cayó muchos enteros, dio tiempo a que jugaran los menos habituales y algún canterano, e incluso ante tanta relajación apenas si se verían tiros libros antes de que sonara el bocinazo final con el marcador de 89-69.