Tras un año fuera del alcance de los montañeros a causa de la pandemia, Nepal alcanzó este viernes un número récord de permisos para escalar el Everest esta primavera, un logro impulsado por la retirada de restricciones pese a que el país del Himalaya se encuentra sumido en una segunda ola de la covid-19.

Según los datos del Departamento de Turismo del país del Himalaya, el Gobierno ha emitido hasta hoy 394 permisos para escalar el Everest, el mayor número desde que la cima del mundo fue conquistada por primera vez en 1953. En 2019, Nepal había concedido su número más elevado de permisos hasta la fecha, 381, y el 73% de los escaladores lograron coronar el pico más alto del mundo.

"Estos son números récords, y aún podrían aumentar más", dijo este viernes a Efe el director del Departamento de Turismo, Mira Acharya, que explicó que los montañeros profesionales no necesitan de mucho tiempo de aclimatación, "por lo que normalmente continúan solicitando permisos hasta finales de abril".

Thaneshwor Guragain, el director de la mayor empresa de expediciones nepalí, Seven Summit Treks, afirmó a Efe que los montañeros extranjeros parecen desesperados por escalar el Everest, y "eso es obviamente un buen signo para el turismo en Nepal". Además, añadió, que China no haya abierto su lado del Everest pudo haber ayudado al número récord de registros.

Un impulso a la economía

En 2020 el acceso al Everest fue cerrado por ambas vertientes, tanto en Nepal como en China, pero Katmandú ha reabierto este año sus fronteras para revitalizar el herido sector turístico, por lo que cientos de escaladores se disponen a cumplir este año su sueño de coronar el Everest.

La región del Everest se encuentra de nuevo llena de actividad después de un doloroso 2020 sin turistas, y yaks y ponis se afanan por transportar suministros desde el aeropuerto de Lukla hasta el campo base situado a 5.380 metros de altitud, y los porteadores y guías de montaña están de vuelta en el negocio.

Según un informe del Banco Mundial revelado este mes sobre el nivel de desarrollo en Nepal, cerca de un millón de trabajos en los sectores del turismo y el transporte fueron destruidos por la pandemia el año pasado. Las arcas oficiales suelen recibir unos 4 millones de dólares en permisos de escalada, ya que cada extranjero paga unos 11.000 dólares por permiso, a lo que se suman gastos de entre 40.000 y 90.000 dólares para equipos y acompañantes con los que escalar.

Pese al tan esperado repunte de la actividad económica, los casos de coronavirus se encuentran al alza en Nepal y este viernes el país reportó 2.449 nuevas infecciones, el triple que hace una semana. El 15 de abril, un escalador noruego tuvo que ser evacuado del campo base del Everest y, tras su llegada a Katmandú, se le diagnosticó coronavirus, convirtiéndose en el primer caso confirmado en esa montaña.

Este aumento gradual de los números ha desatado el temor a que siga disparándose esta segunda ola de la covid-19, después de que el país asiático registrase un pico de unos 5.700 casos a finales del pasado octubre seguido de un descenso gradual. A principios de marzo, Nepal apenas sumó 70 nuevas infecciones al día. Pero más allá de la pandemia, muchos montañeros aspiran a romper récords de escalada.

Récords en la cima del mundo

El plusmarquista Kami Rita Sherpa, de 51 años, ha anunciado que este año intentará romper su propio récord escalando el Everest por vigésima quinta vez tras ver frustradas sus intenciones en 2020.

Sherpa no descarta alcanzar la cima dos veces consecutivas. "Es lo que estoy pensando, pero dependerá de las condiciones meteorológicas(...). Puede que vuelva al campamento base y regrese a la cima con un equipo de Baréin", dijo Sherpa a Efe. El experimentado montañero comenzará su ascenso al Everest para abrir la ruta gracias a cuerdas y escaleras, preparando el camino al resto de escaladores.

El chino Zhang Hong, de 46 años, busca esta temporada de primavera convertirse en el primer ciego procedente de Asia, y el tercero en el mundo, en coronar el Everest. "Zhang estará ayudado por cuatro guías", dijo a Efe Dawa Steven Sherpa, el director de Asian Trekking, que gestiona la escalada. Después de que el escalador chino diese a conocer su intención de coronar el pico más alto del mundo, el también impedido visual Chitra Bahadur Khatri, de nacionalidad nepalí, anunció también su intención de alcanzar el Everest.

Más conocido como Amit KC, el escalador recurrió ante el Tribunal Supremo y logró anular en 2018 una ley que prohibía a las personas ciegas y a las que han sufrido amputaciones dobles escalar el Everest, calificada de discriminatoria para los discapacitados.

Para el estadounidense Colin O'Brady, su reto personal es escalar tanto el Everest como el Lhotse, el cuarto pico más alto del mundo con 8.516 metros, de una sola vez. "Esta primavera voy a intentar escalar el Everest y el Lhotse sin parar ni utilizar oxígeno suplementario", dijo en la red social Instagram.

La primera persona en lograr esta hazaña fue el guía estadounidense Michale Horst, el 14 de mayo de 2011, en unas 21 horas y con la ayuda de oxígeno. "Juan Pablo Mohr, mi querido amigo que recientemente falleció en el K2 en Pakistán, me impulsó a intentar esta travesía sin oxígeno", añadió O'Brady.

El deportista español Kilian Jornet pretende explorar la peligrosa cresta oeste del Everest sin oxígeno suplementario, según un organizador de expediciones nepalí que pidió el anonimato. Sheikh Asma Al-Thani, una aventurera miembro de la familia real catarí, también busca ser la primera mujer de su país en alcanzar el techo del mundo, una ambición que nace de su afán por romper estereotipos.