Desde que se hizo pública la renovación de David Movilla al frente del Zamora CF, los mensajes de felicitación se han multiplicado en las redes sociales. En la entidad del Duero no ocultan su satisfacción por una continuidad que buscaban desde hace tiempo, y el protagonista también se mostraba contento, aunque insiste en que tampoco era su prioridad. A pesar de todo, tras “tres minutos de conversación” llegaron a un punto de consenso por un año, y es que el entrenador prefiere ir temporada a temporada. Ahora toca seguir avanzando en un proyecto en el que, insiste, el líder es Víctor de Aldama.

–Hace tres semanas me aseguró que no era el momento de hablar de su renovación, ¿qué ha cambiado?

–Esto es una cuestión de dos partes, y por la del club querían sentarnos ya, y querían cerrarlo por varios motivos. Yo soy un entrenador de club y hubiese esperado más tiempo a sentarnos porque entendía que no era urgente, pero para Víctor (de Aldama) y César (Villafañe) era importante, y yo no tenía inconveniente tampoco.

–¿Le han insistido mucho?

–No se trata de insistir, sino de que ellos querían cerrarlo. Yo puse sobre la mesa las cuestiones deportivas, no que me preocupaban, sino que quería conocer de cara al proyecto deportivo del club, y una vez que lo hablamos quedó hecho. No hay un contrato firmado, hay una voluntad de ambas partes de seguir juntos y a partir de ahí nosotros cuando nos damos la mano damos por hecha la continuidad. El club tiene que seguir avanzando y construyendo el proyecto, y entendían importante mi figura.

–¿Hubo algún punto de fricción o discusión?

–No. Como en todas familias hay cosas en las que estás más de acuerdo que en otras, pero siempre ha habido una voluntad por ambas partes de buscar puntos de encuentro, de consensuar las cosas. Con César y con Víctor discuto todas las semanas de algo porque como personas diferentes que somos tenemos puntos de vista diferentes, pero siempre tenemos un punto de encuentro que es el bien del Zamora. A partir de ahí, todo lo que se habló fue de proyecto, ideas, líneas de mejora, que son muchas y varias, y así transcurrieron todas las horas que estuvimos.

–¿Cuántas horas estuvieron?

–No sé... unas cuantas. Del tema contractual, tres minutos.

–¿Cuál era su prioridad?, ¿qué puso sobre la mesa?

–No ha habido condicionantes. Ha habido el valorar las cosas. Llevo varios años en el fútbol y he constatado que a veces el éxito ciega. Cuando las cosas van bien parece que todo se hace bien y falta un análisis en profundidad. Hablamos de qué cosas se han hecho bien, pero yo quise tomar conciencia entre todos de lo que no se había hecho bien o de lo que se puede hacer mejor. Ahí radicaron los diferentes pareceres, pero todo en sintonía.

–¿Qué se puede mejorar?

–Todo lo que no mejora, empeora. Todos los medios que optimizan el rendimiento deportivo, medios materiales, humanos… Hay muchas cosas encima de la mesa, pero hasta que no se produzcan no se pueden anunciar. Ha sido un compartir ideas, ver en qué no hemos estado bien, pensar cómo mejorarlo…

–¿Por qué un año y no dos?, ¿le ofrecieron más

–La intención era esa. El año pasado también me ofrecieron dos, y hasta tres si hubiese querido. Después de estar en el Barakaldo, firmar tres años y aquella historia que tuve… me arrepentí un montón. No creo que en mi carrera vuelta a firmar más de un año. Les dije que el día que quieran que me vaya, yo me iré. Me quiero sentir tan libre para seguir vinculado al Zamora como que el Zamora se sienta libre para seguir vinculado conmigo. Eso es una máxima, y es la única condición: solo firmaré una temporada.

–Ya están inmersos en la segunda fase de la competición liguera, la lucha por entrar en el play-off de ascenso a Segunda División A , ¿el objetivo sigue siendo disfrutar dentro de la exigencia?

–Nada ha cambiado. Seguimos conectados con lo mismo en ese aspecto, que es con lo que tenemos que estar.

–A partir de su continuidad al frente del banquillo, ¿van a empezar a anunciarse renovaciones de jugadores o todavía es pronto para eso?

–No hablamos de eso. Sí hay algunos jugadores que tienen otro año por contrato, pero no hemos profundizado. Sí hay tomas de contacto sobre qué opciones sería interesante que siguieran, qué opciones sería más complicado… pero hay que profundizar más entre otras cosas porque para decidir sobre un jugador hay que ver más cosas. Fue una reunión en la que estuvimos muchas horas hablando de varias cosas, me mostraron su voluntad de que yo renovara y cuando vi que el proyecto tenía consistencia, dije que mi voluntad era continuar. Nos dimos la mano y ya está.

–César Villafañe, director deportivo, le describe como el capitán del proyecto del Zamora CF.

–Es una de las cosas que discrepo con él. Aquí el único capitán de barco es el presidente y si hay un segundo capitán es él. Yo soy uno más de todo este engranaje, y la fuerza del equipo es el equipo mismo. De hecho, lo que he hecho hoy (por ayer) es llevar unos pasteles a los jugadores por agradecimiento porque sé que esa intención de renovarme es fruto de lo que estos chicos están dando. Estoy muy agradecido.

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