Choque igualado, intenso y apasionante el que ganó hoy (2-1) el Caja Rural Amigos del Duero frente a un CD Samper que hizo sufrir hasta el final a las zamoranas para alcanzar tres puntos de lo más importante en su lucha por la permanencia.

El conjunto de Nacho Merino saltó al duelo consciente de su necesidad por ganar y mostró una actitud inmejorable ante un rival mucho más tímido que dedicó el primer tiempo casi por completo a defender su arco. Así, no fue de extrañar que las zamoranas se hicieran con el mando del partido y disfrutaran de las mejores oportunidades de gol.

El talante del Caja Rural tuvo, además, premio muy temprano. No se llevaba jugado un cuarto de hora de partido cuando, con un grandísimo disparo desde la frontal, las locales se adelantaban en el marcador. Un tanto, el 1-0, que no menguó la intensidad gualdiverde ante un CD Samper que tuvo su primera oportunidad de anotar a balón parado cuando corría el minuto 20 de partido. Fue el único aviso del quinto clasificado, que se pudo ir al descanso con mayor deventaja de haber tenido algo de puntería el bloque de Nacho Merino en las jugadas de estrategia o de haber encontrado puerta un gran cabezazo de Lara Pastor.

Parecía que las locales tenían completamente controlado el envite pero, a la vuelta de vestuarios, el desarrollo del partido cambió notablemente. CD Samper dio un paso adelante y el Caja Rural uno hacia atrás, lo que otorgó el manejo del partido a las visitantes e hizo intervernir mucho más a una fiable Sara bajo palos. La arquera resultó fundamental para mantener el arco zamorano intacto durante los primeros minutos del segundo acto, el primer mal trago para las locales que solventó el Caja Rural con el 2-0 en un ataque aislado y algo afortunado.

Ese 2-0 no hizo bajar los brazos a las visitantes. Todo lo contrario. Aumentaron su acoso sobre la portería de Sara y gozaron de múltiples ocasiones para recortar distancias, cosa que hicieron para añadir más picante a una recta final de partido en la que el Caja Rural se defendió panza arriba de las intentonas rivales y, a la contra, tuvo opción de sentenciar el envite un par de veces antes de que sonara el pitido final.